A San Lorenzo le cuesta mucho hacer un gol y ayer, ante Argentinos, no fue la excepción. El equipo de Jorge Almirón cayó por 1-0 en La Paternal por el cruce de ida de los octavos de final de la Copa de la Superliga y sumó su cuarto partido seguido sin convertir. La vuelta será el próximo domingo, en el Bajo Flores, y el vencedor final se medirá con el que resulte de la serie entre Defensa y Justicia y Gimnasia (juegan hoy en La Plata).
La alegría de haber eliminado a Huracán en la primera fase del certamen le duró muy poco a San Lorenzo. Con muchos cambios y la mente puesta en la Libertadores (el jueves pasado cayó 1-0 en Colombia ante Junior), el equipo de Almirón ofreció una vez más una versión opaca, que tuvo como principal característica la escasa llegada al arco rival, y que cuando pudo lastimar a través de Adolfo Gaich, se topó con el arquero local Lucas Chaves.
Del otro lado, con el orden táctico como máxima virtud, Argentinos –dio la nota en la primera ronda al dejar afuera a Independiente– aprovechó un error para ponerse en ventaja. Un tiro de esquina desnudó tempranamente las falencias defensivas de la visita, y Miguel Torrén conectó de cabeza una pelota que rescató Gabriel Hauche para marcar el primer gol de su carrera en casi 300 partidos disputados.
El enigma estratégico que le propuso Diego Dabove a Almirón nunca fue resuelto por los visitantes, quienes con la ventaja en su poder, siguieron complicando con los desbordes de Elías Gómez y Fausto Vera para asistir a los picantes Claudio Spinelli y Damián Batallini, que no pudieron aumentar la diferencia en favor de un Argentinos que nunca puso en riesgo la victoria final.
Desde la llegada de Almirón a fines de 2018, el Ciclón marcó en sólo diez de 23 encuentros (totalizó 13 goles), una cifra que se tradujo en malos resultados: cuatro triunfos, 13 empates y seis derrotas (además, recibió 17 tantos en contra). Tras un alarmante inicio, el DT consiguió la primera victoria de su ciclo en su decimotercera presentación, con un 1-0 sobre Junior por Copa Libertadores, certamen donde realizó su mejor tarea al sumar 10 de 15 puntos posibles, y asegurar una fecha antes el pase a la siguiente ronda. Sin embargo, los flojos últimos rendimientos (dos empates y dos derrotas) prendieron nuevamente las sirenas. Para colmo, el gran goleador de los últimos años en San Lorenzo, Nicolás Blandi (60 gritos en 153 juegos), está lidiando con una molestia en los aductores y estuvo ausente en los tres últimos partidos de esta sequía goleadora.