Los empresarios le están haciendo la V con los dedos a Mauricio Macri. No es que se hayan hecho peronistas. Es que le están indicando que llegó la hora de pasar al Plan V, de María Eugenia Vidal candidata a presidenta. Como cada vez que recrudeció la crisis económica, desde sectores del establishment, fondos de inversión y hasta desde sectores de Wall Street reflotaron la posibilidad de que la gobernadora bonaerense reemplace a Macri como candidata de Cambiemos en las elecciones de octubre. Se trata de una hipótesis que desde la Rosada desmintieron e intentaron enterrar ya decenas de veces. Incluso Vidal debió responderles que no a un grupo de empresarios la semana pasada. Pero tras cada punto final que el Gobierno intenta ponerle al Plan V, vuelve a desenterrarse como un zombie. La persistencia de la versión habla, sobre todo, de la poca confianza que está teniendo el establishment hacia el relato de que Macri triunfará este año.
En la Rosada ya no quieren hablar más del tema y cerca de Vidal están cansados de que sospechen que es ella la que fogonea el Plan V, cuando aseguran que hizo lo posible por desactivarlo. “Los que militan el Plan V son los que quieren debilitar a Macri. Desde la oposición y desde los empresarios que temen el regreso de CFK”, dijo a este diario un dirigente muy cercano a la gobernadora.
Lo cierto es que, una vez más, debieron salir el jueves pasado todas las principales figuras del Gobierno a desmentirlo, como una respuesta a la escalada del dólar y del riesgo país. Desde el Presidente, pasando por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta –que llegó a decir que “decide la gente y no Wall Street”– y el vicejefe de gobierno, Diego Santilli. Todos repitieron lo mismo: el candidato es Macri. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, agregó dos puntos más: no se cambia el Gabinete y no se adelantan las elecciones. La primera definición es casi en defensa propia. Aunque todavía no alcanzó el grado de presión que tuvo en 2018, ya volvieron los pedidos de que lo corran a Peña de la Jefatura de Gabinete. Algo que el año pasado obligó al oficialismo a esconder a su principal vocero y a lanzar una reducción del Gabinete para mantenerlo en el cargo.
Según Tiempo Argentino, Macri les dijo a sus espadas en el Congreso que hay que acostumbrarse a los saltos del dólar: el cada vez más escéptico Emilio Monzó, que comanda la Cámara de Diputados, y el siempre estoico Federico Pinedo, que hace lo propio en el Senado. Ninguno de sus dirigentes comparte la tranquilidad que buscó mostrar el Presidente en ese encuentro, el viernes pasado.
Hay sectores de la Rosada a los que les cuesta ocultar sus recelos hacia Vidal, pese a que la gobernadora bonaerense viene cumpliendo a cada paso con las desmentidas públicas de su candidatura a presidenta y –yendo más a comienzos del año– con el aborto de la hipótesis de desdoblar las elecciones bonaerenses para darle un empujón a Macri entre tantos comicios en los que Cambiemos hace agua. “El tema resurge porque ya no confían en la candidatura de Macri –se sinceran desde la gestión bonaerense–. Desde el coloquio de Idea que nos lo vienen planteando cada vez más fuerte. Los empresarios confían más en ella y en Larreta, que la acompaña. Piensan que ella podría armar un gobierno de coalición.” Entre otras cosas, le elogian su posibilidad de negociar con el peronismo, una cualidad que no ven en la dupla Macri-Peña.
Hasta empezaron a advertir los contrastes comunicativos: Macri les gritó a los opositores en la apertura de sesiones parlamentarias, mientras Vidal hizo un discurso donde se mantuvo la paz; el Presidente hizo un video con vecinos en el que jamás miró a cámara, mientras que la gobernadora miró a los ojos al espectador para anunciarle sus “medidas de alivio”. Y la lista de observaciones sigue.
La mayor expresión del reclamo empresarial la vivió Vidal el martes pasado en un almuerzo del Consejo Interamericano del Comercio. Además de aplaudirla, le preguntaron si será candidata a la Presidencia. Ella volvió a decir que no, aunque en su entorno comenzaron a decir que “solo será candidata si Macri se lo pide”. También juran que nunca se lo va a plantear ella. Lo que no quiere decir que no haya sectores del oficialismo que mantienen la esperanza de que el Presidente se dé cuenta de que se tiene que bajar de la reelección.