Llegó el "lunes distinto" con el que Pablo Javkin soñó desde que empezó a disputarle espacio al socialismo en el Frente Progresista. Había perdido por poco en 2015 ante Mónica Fein, pero ayer superó a la precandidata Verónica Irizar, según pregonó él mismo pasadas las once de la noche, y según la tendencia que al cierre de esta edición arrojaban las mesas testigo de la lista Arriba Rosario. Por primera vez, la coalición que gobierna en Rosario y que se formó en 2006 llevará un candidato no socialista para el Palacio de los Leones. El socialismo, en tanto, demoraba todo lo posible la aceptación de la derrota de su postulante. Irizar salió a medianoche, pero sin asumir ninguna derrota. Recalcó que la diferencia con Javkin era exigua y que hasta entonces debía considerarla “un empate técnico”. Por eso, eligió “esperar el escrutinio provisorio”.

Con el 97,33% de las mesas escrutadas, la lista Arriba Rosario de Javkin se impuso por 90.259 votos sobre 81.776 de Adelante, una diferencia de casi 5 puntos.  

Al decir de Javkin, se cumplió su muletilla que hasta se convirtió en la clave de Wi Fi de su bunker de campaña: "David le gana a Goliath", en alusión a sus recursos y al del aparato socialista.

A las 23:10, apareció el candidato de Arriba Rosario, ya seguro de su triunfo, emocionado y ovacionado por sus militantes. Reprochó al oficialismo la lentitud del escrutinio y reclamó celeridad al Tribunal Electoral. Con la misma suspicacia, pidió al socialismo "que reconozca el resultado en la elección de (candidato a) intendente, ya que para la de concejales ya detallaron hasta la composición de la lista", chicaneó.

El flamante ganador de la interna frentista consideró "irrisorio" el 10 por ciento de mesas escrutadas declaradas a esa hora. "Sentimos profunda emoción porque después de mucho tiempo se dio algo diferente al interior del Frente. Pedimos a nuestros rivales que asuman el resultado de la elección", dijo. "Queríamos recuperar lo mejor del Frente, austeridad, humildad, cercanía, sencillez", valoró. Prometió guardar "respeto por el resto de los candidatos que conozco desde hace mucho tiempo y ojalá que eso prime en la campaña".

Cuando el catering ya había terminado en la sala de prensa del centro de cómputos socialista, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz ya se habían retirado por una puerta lateral para viajar a Santa Fe –donde sí había mejores motivos para festejar– y recién entonces asomaría Verónica Irizar. La precandidata salió sobre la medianoche para afirmar: “Hemos hecho una elección épica, arrancamos desde cero y llegamos a un número inimaginable. Hemos sumado muchísimo, duplicamos la elección de 2017”, exclamó flanqueada nomás por los candidatos a concejal de la lista Adelante. Afirmó que la elección fue “muy pareja, con una diferencia muy exigua”, y por lo tanto se negó a reconocer ningún resultado, mucho menos una derrota.

“Agradecemos a los rosarinos que confiaron en nosotros, y sin dudas esta ciudad está dando un gran mensaje: acá la grieta no entró. Este frente seguirá transformando Rosario y la provincia de Santa Fe”, agregó.

Requerida sobre la convicción de Javkin de haberle ganado la interna, Irizar replicó: “Nuestra muestra da una diferencia tan exigua que estamos ante un empate técnico. Esperamos el escrutinio provisorio, tenemos fiscales trabajando en las escuelas todavía. La diferencia está por debajo del margen de error de la muestra. Igual, sea el triunfo de quien sea, nos encontrará trabajando para que el Frente Progresista siga transformando Santa Fe”, cerró.

En las primeras horas de un escrutinio cuya lentitud mereció críticas y sospechas, el clima en el bunker socialista -montado en el hotel de Pueyrredón al 700- ya era sombrío. No se filtraban datos de sus infalibles mesas testigo, y los rumores sueltos de aquí y allá presagiaban un mal panorama para la chance de Irizar. Pasadas las diez de la noche, en la sala de prensa no había asomado ninguno de los candidatos. Y el conteo mostraba poco más del 6 por ciento de las mesas escrutadas.

En cambio en el local de Arriba Rosario ya reinaba la euforia. Fue entonces cuando asomaron María Eugenia Schmuck y Nicolás Gianelloni para proclamar como "tendencia irreversible" el triunfo de Javkin sobre Irizar, por "2 o 3 puntos" según sus mesas testigo.

Un par de minutos después, salió la intendenta Mónica Fein a decir algo. Empezó por remarcar que "más del 35 por ciento de los rosarinos eligió al Frente Progresista", y machacó ese tópico. Se declaró "muy feliz por el resultado" -ella quedó consagrada por lejos como como candidata a senadora departamental- y pidió esperar. "El escenario a nivel intendente es de paridad, a nosotros no nos da que Javkin gane. Creo que hay que hablar de un empate técnico", insistió Fein. Y prefirió poner el acento en que la suma de los votos del Frente Progresista (Javkin más Irizar) superaría por buen margen a la performance del candidato peronista, Roberto Sukerman.

Una hora más tarde asomaron Susana Rueda y Enrique Estevez para proclamar su triunfo en la categoría de candidatos a concejal, pero por un margen de dos puntos respecto de la lista encabezada por Schmuck. Por lo tanto, precisaron que la nómina frentista irá con Rueda, Schmuck, Estévez y Aldo Poy, en ese orden. "La lista Adelante ha sido la más votada", exclamó Rueda al referirse a la interna en el nivel de precandidatos a concejales, aunque por un ajustado margen.