Llegó el “lunes distinto” con el que Pablo Javkin soñó desde que empezó a disputarle espacio al socialismo en el Frente Progresista. Había perdido por poco en 2015 ante Mónica Fein, pero ayer superó a la precandidata Verónica Irizar, según pregonó él mismo pasadas las once de la noche, y según la tendencia que al cierre de esta edición arrojaban las mesas testigo de la lista Arriba Rosario. Por primera vez, la coalición que gobierna en Rosario y que se formó en 2006 llevará un candidato no socialista para el Palacio de los Leones. El socialismo, en tanto, demoraba todo lo posible la aceptación de la derrota de su postulante.
Se cumplió la muletilla de Javkin que hasta se convirtió en la clave de Wi Fi de su bunker de campaña: “David le gana a Goliath”, en alusión a sus recursos y al del aparato socialista.
En las primeras horas de un escrutinio cuya lentitud mereció críticas y sospechas, el clima en el bunker socialista –montado en el hotel de Pueyrredón al 700– ya era sombrío. No se filtraban datos de sus infalibles mesas testigo, y los rumores sueltos de aquí y allá presagiaban un mal panorama para la chance de Irizar. Pasadas las diez de la noche, en la sala de prensa no había asomado ninguno de los candidatos. Y el conteo mostraba poco más del 6 por ciento de las mesas escrutadas.
En cambio en el local de Arriba Rosario ya reinaba la euforia. Fue entonces cuando asomaron María Eugenia Schmuck y Nicolás Gianelloni para proclamar como “tendencia irreversible” el triunfo de Javkin sobre Irizar, por “2 o 3 puntos” según sus mesas testigo.
A las 23.10, apareció Javkin ya seguro de su triunfo, emocionado y ovacionado por sus militantes. Reprochó al oficialismo la lentitud del escrutinio y reclamó celeridad al Tribunal Electoral. Con la misma suspicacia, pidió al socialismo “que reconozca el resultado en la elección de (candidato a) intendente, ya que para la de concejales ya detallaron hasta la composición de la lista”, chicaneó.