Tras un poco más de 800 días en el cargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, hizo más de 10.000 declaraciones falsas o engañosas. Así lo afirma un informe del diario The Washington Post publicado ayer a partir de los hallazgos de la base de datos “The Fact Checker” del periódico, que revisa y evalúa las afirmaciones hechas por el mandatario desde que asumió el 20 de enero de 2017.
De las declaraciones falsas o engañosas que Trump realiza más frecuentemente se encuentran las referidas a la inmigración, por ejemplo, cuando afirma que las fronteras abiertas traen como consecuencia una gran cantidad de crímenes en suelo estadounidense, aunque no haya pruebas de la vinculación entre inmigración ilegal y delincuencia. En un reciente acto político, el magnate dijo, asimismo no tener nada que ocultar por la investigación de la injerencia rusa, pero se negó a brindar testimonio bajo juramento. Trump continuó exagerando la cantidad de trabajos creados durante su gobierno al empezar la cuenta desde la elección y no desde su asunción, dice el informe realizado por el sitio de revisión de datos The Fact Checker, perteneciente al Washington Post.
El republicano, quien regularmente llama a los periodistas “enemigos de la gente” y les reclama por las “fake news”, dijo que aquellos que se ocupan de verificar los hechos son de las personas más deshonestas en los medios.
Aunque alrededor de un quinto de las afirmaciones de Trump, según el Post, eran sobre problemas migratorios, este porcentaje creció durante el cierre parcial del gobierno que aconteció porque buscaba financiación para la construcción de un muro en la frontera con México. De hecho, dice el matutino estadounidense, su afirmación errónea más reiterada -160 veces- es que la construcción ya había comenzado. Como el Congreso se opuso a financiar la pared de cemento que él tenía en mente, ha intentado lanzar la construcción de una valla (de postes continuos) y las reparaciones de barreras ya existentes como “un muro”.
El informe explica que sus actos políticos son una fuente muy rica de declaraciones erróneas o de falsedades: el 22 por ciento surgieron en este contexto (por sobre Twitter o declaraciones a la prensa). En primer lugar, el presidente exageró el déficit comercial con Japón, China y la Unión Europea y dijo, falsamente, que Estados Unidos pierde dinero por esos déficits. También lanzó una serie de ataques exagerados o falsos a los demócratas, que incluía declaraciones de que el Green New Deal -un conjunto de propuestas políticas para ayudar a abordar el calentamiento global- requeriría que todos los edificios en Manhattan sean reemplazados y de que los demócratas apoyaban el asesinato de bebés saludables.
Al mismo tiempo, Trump sobrestimó el posible impacto que puede tener el nuevo acuerdo comercial con Canadá y México y criticó el tratado anterior (de libre comercio de América del Norte) aunque las diferencias sean pocas entre ambos.
También se atribuyó el mérito de la creación del programa Iniciativa de Restauración de los Grandes Lagos, programa que su gobierno intentó eliminar. El mandatario hasta llegó a declarar que la nueva embajada en Jerusalén será hecha con piedra de Jerusalén (piedra caliza pálida) aunque ya desde el mandato británico el municipio emitió una ordenanza de que todos los edificios deben tener una fachada construida con una roca caliza más cálida, con un tono dorado.
Durante los primeros 100 días al frente del Ejecutivo, el magnate neoyorquino hacía en promedio cinco afirmaciones falsas al día. Pero en los últimos siete meses, ese número diario trepó a 23, ya sea en escenarios de campaña, Twitter, discursos o encuentros con la prensa, según la publicación. Este período coincidió con una gran actividad política en el país, durante el cual el mandatario desplegó su retórica a diestra y siniestra: en todos los mitines previos a las elecciones de medio término, durante el cierre de gobierno parcial causado por su insistencia de la financiación de un muro en la frontera con México y al conocerse la publicación del informe del fiscal especial sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Entre el 25 y el 27 de abril, el mandatario tuvo un pico de productividad al cosechar 171 declaraciones falsas o engañosas, más que las que había hecho por mes durante los primeros meses de su presidencia.
El sitio The Fact Checker tiene como objetivo revisar las declaraciones hechas por personas de la política, ya sea que actúen en el ámbito nacional o internacional. La medida para evaluar las declaraciones son los “Pinochos”. Que una afirmación tenga un Pinocho significa que es “casi todo verdad”; dos Pinochos, “mitad verdad, mitad mentira”; tres, cuando aunque haya afirmaciones verdaderas son sacadas de contexto, lo que las vuelve engañosas, y cuatro, directamente, mentiras.
La inclinación del magnate neoyorquino por propagar informaciones erróneas, dice el Post, queda demostrada por el hecho de que se ha ingresado a la base de datos del Fact Checker casi 300 instancias en las que el líder republicano repitió una variante de la misma afirmación –falsa o engañosa– por lo menos tres veces. Hasta lo galardonaron con 21 Pinochos sin fin, que se colocan cuando una afirmación muy falsa es repetida por lo menos 20 veces.