Una primera impresión tras las PASO del domingo ofrece novedades interesantes; tal vez la más destacada sea que por primera vez en 30 años no solo no habrá chances de otro intendente socialista en Rosario sino que por primera vez en ese lapso ni siquiera habrá candidato del partido de la rosa. El triunfo de Pablo Javkin sobre Verónica Irizar es un hecho novedoso de buen pronóstico de cara a la elección general, pero a la vez incierto en cuanto al comportamiento de una fuerza acostumbrada a liderar más que a secundar. Los 38 puntos que sumaron Javkin/Irizar posiciona al ex dirgiente de la UCR como el favorito, más allá de que Roberto Sukerman del PJ resultara el candidato mas votado individualmente. Algo parecido ocurre en la categoría a gobernador, donde la suma de Omar Perotti y María Eugenia Eugenia sacó 180 mil votos de diferencia sobre el casi medio millón de sufragios que cosechó Antonio Bonfatti, del Frente Progresista, el candidato individualmente más votado. Habrá que agregar al "punteo" de votos, unos 250 mil que tradicionalmente se agregan en la elección general en relación a las primarias, los 50 mil de la izquierda, que al no llegar al 1,5% del padrón no tendrá sus candidatos en las boletas del 16 de junio.  Un elemento más a considerar es lo que ahora en más aparecerá como "voto útil", es decir la fuga que -principalmente desde  Cambiemos- puede ir de un candidato a otro. Si José Corral, que cosechó poco más de 300 mil votos, cree que en junio superará el 20% que marcó como "punto de partida" lo retendrá o incrementará, puede calificarse como una mirada optimismta teniendo en cuenta el posicionamiento de los candidatos de las otras fuerzas. En el caso de Rosario, Roy Lopez Molina deberá esforzarce para retener los 50 mil votos del radical Jorge Boasso de cara a la disputa Javkin vs Sukerman, donde el dirigente del PJ intentará seducir votantes de Ciudad Futura que en principio describen un mayor nivel de fidelidad con su fuerza que los votantes de Cambiemos.

De aquí en más habrá que esperar -no demasiado ya que la elección general es en 45 días- para conocer cuál será la nueva estrategia, si es que existe esa novedad. En principio, Perotti encaró su nominación con un discurso que no hacía eje en la primaria sino apuntando a elección general, no por subestimar a su adversaria interna -a quien superó 2 a 1- sino para evitar definiciones que pudieran enajenar votantes básicamente peronistas. Al contrario, Bonfatti apenas un par de días antes de cierre de campaña sostuvo que "si fuera un balotage entre Cristina y Mauricio Macri, votaría en blanco como ya lo hicimos". Eso en boca del dirigente socialista causó sorpresa, y si bien en su entorno minimizan el impacto en pérdida de votos que pudo haber causado, en el peronismo se frotaban las manos ya que el "error no forzado" pudo favorecer la fidelización del voto kirchnerista sin alejar el tradicional voto peronista que expresa Perotti. En este punto, y recurrentemente expresado en que "en Santa Fe no entró la grieta", los candidatos del Frente Progresista van a tratar de "provincializar" la contienda, y también "personalizarla" en el caso del duelo Bonfatti/Perotti. 

Los temas propuestos por el ex gobernador girarán entorno al paso del rafaelino por la función publica en la provincia antes que por su labor como legislador y sus "votos" en el Congreso. Perotti seguirá apuntando al talón de Aquiles de la gestión socialista, la "Seguridad", más alla de las noticias de operaciones premeditadas para perjudicar la imagen del candidato socialista.

Otros datos relevantes se pueden encontrar en las categorías para la representación parlamentaria, donde Miguel Lifchitz resultó el candidato más votado en los comicios tomando las cinco categorías. No obstante su nítido triunfo en las boletas para diputados provinciales, quedó lejos de lo que cifran las expectativas: apenas 50 mil votos más que Bonfatti para gobernador, detrás suyo Gabriel Chumpitás, con menos votos que Corral, pero en segundo lugar, y luego Amalia Granata que sumó más votos que Carlos Del Frade, Ruben Giustiniani y Cacho Parlante juntos. Una peculiaridad en el voto que reconoce la imagen televisiva antes que la política y la trayectoria. Algo de eso hubo también en el triunfo de Marcelo Lewandovsky en la interna para senador por Rosario sobre Norma López, aunque para ser justos el periodista deportivo tiene un pensamiento político conocido, y un recorrido diferente a la ganadora del Gran Hermano la década pasada.

En concejales "la magia de la televisión" acompañó a Susana Rueda que fue la más votada de su categoría pero por debajo de las expectativas iniciales  ya que cosechó menos votos que Irizar y unos pocos miles más que la candidata de Javkin, María Eugenia Schmuk, quien irá segunda en la lista. Quedan por delante 45 días, en los que se ratificarán algunas de las estrategias, y seguramente aparecerán novedades, para procurar sumar más votos que es el objeto del deseo.