La conducción del Fondo Monetario Internacional autorizó una nueva modificación en la política de intervención cambiaria. “El Banco Central de Argentina introdujo hoy importantes medidas para abordar la reciente volatilidad del mercado financiero y del tipo de cambio”, expresó el vocero del organismo multilateral, Gerry Rice, al respaldar el nuevo giro en el programa monetario y cambiario. El visto bueno del FMI llegó a través de Twitter luego del anuncio oficial del BCRA, cinco minutos antes de la apertura de los mercados. “Apoyamos estas medidas, que están adecuadamente calibradas para los desafíos que enfrenta la Argentina”, consideró Rice. La flexibilización a las reglas del acuerdo Stand-By negociada con el Gobierno habilitó la venta de dólares por debajo del techo de la (ex) zona de no intervención, fijado en 51,45 pesos. Una misión del organismo llegará dentro de dos semanas para supervisar y rubricar los cambios que luego deberán ser validados por el Directorio del FMI. Las medidas para intentar contener una nueva corrida colisionan con el Artículo VI del Convenio Constitutivo del organismo, que prohíbe “utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital”. El número dos del FMI, David Lipton, informó por la tarde que el Directorio Ejecutivo expresó su apoyo (ver aparte).
El cambio en el programa cambiario y monetario fue negociado durante las últimas semanas. Las autoridades del FMI se resistían a ampliar el margen de maniobra del Banco Central pero, según indicaron fuentes oficiales, la renovada volatilidad cambiaria y la incertidumbre política terminaron de convencer a la titular del organismo, Christine Lagarde. Desde la perspectiva del gobierno argentino, la creciente incertidumbre financiera no expresa la fragilidad del esquema económico sino el riesgo político asociado a las elecciones presidenciales.
Antes de la apertura del mercado, el BCRA informó que comenzará a intervenir por debajo del techo de la zona de no intervención e incrementó los montos diarios que venderá si el dólar supera ese valor (ver aparte). La venta de divisas para intentar frenar la escalada del dólar no está contemplada en el acuerdo original con el FMI ni en las sucesivas redefiniciones de la política cambiaria que tuvo el programa de austeridad y reformas. Reacio a validar la intervención del Central, el organismo solo había autorizado las subastas diarias por hasta 60 millones de dólares hasta fin de año que demostraron ser insuficientes para contener la excesiva volatilidad. La administración de los flujos de capitales y la intervención en el mercado cambiario son herramientas fundamentales de política económica que se tornan imprescindibles en países como Argentina.
La herejía del FMI consiste en habilitar que los dólares del crédito financien la fuga de capitales. De acuerdo al BCRA, “el monto y frecuencia de las ventas de dólares dependerán de la dinámica del mercado”. El Gobierno considera que las medidas excepcionales expresan el compromiso del Fondo para evitar un posible “regreso del populismo a la región”. La fórmula retórica es utilizada desde 2017 en distintos informes del FMI para referirse a los posibles resultados electorales en Argentina y Brasil. Refrendadas por la conducción política, las medidas no despiertan la simpatía entre los técnicos del organismo. Los cambios deberán ahora ser validados por el Directorio del Fondo.
Por eso, aunque representa un nuevo espaldarazo financiero-político al gobierno de Mauricio Macri, la decisión también expone la incertidumbre al interior del organismo ante los riesgos crecientes exhibidos por su principal deudor. “Ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital, y el Fondo podrá pedir al país miembro que adopte medidas de control para evitar que los recursos generales del Fondo se destinen a tal fin”, reza el Artículo VI del Convenio Constitutivo del FMI que recordaban economistas como el ex viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, para dimensionar el alcance de las medidas. “Si después de haber sido requerido a ese efecto el país miembro no aplicara las medidas de control pertinentes, el Fondo podrá declararlo inhabilitado para utilizar los recursos generales del Fondo”, concluye el texto del organismo que la administración de Cambiemos fue autorizada a eludir.