Descontrolada, Elisa Carrió volvió a protagonizar otro escándalo en Córdoba. Esta vez no festejó la muerte del ex gobernador José Manuel De la Sota, sino que se peleó con un grupo de periodistas de Río Cuarto que le preguntaron por las graves denuncias que estaba lanzando sin dar nombres ni pruebas. El propio candidato a gobernador al que fue a respaldar, Mario Negri, la tuvo que codear en dos oportunidades para que dejara de revolear esas acusaciones sobre los presuntos vínculos de la dirigencia cordobesa con el narcotráfico. Cuando un periodista de Canal 13 local le preguntó quiénes eran esas personas, la chaqueña enfureció. “Este juez federal que está amenazado en Río Cuarto está amenazado por la política de Río Cuarto”.
–¿Por quiénes diputada?
–Ahí está, por los que están complicados con el narcotráfico.
–Bueno, tiene la posibilidad de decirlo, ¿quiénes son?
–¿Vos sabés por qué no? Porque yo no vine...
–Es muy grave la denuncia para no decir los nombres de quiénes amenazaron a un juez...
–Ahhhhh, pero ustedes... pero querido... ¿Querés que te diga una cosa? Me hacés acordar a los periodistas cuando yo decía: “De Vido es cajero de Kirchner”. Y me respondían “ay, la loca”.
En otro tramo de la conferencia, Carrió aseguró que se trataba del peronismo cordobés y pronosticó que “perdido el orden, se van a matar las bandas (del narcotráfico) y los van a matar a ustedes”. Acto seguido, miró al periodista que le había preguntado quiénes eran esos dirigentes y si iba a hacer una denuncia judicial y le lanzó una frase amenazante: “Si un día matan a uno de sus hijos, me van a venir a pedir perdón llorando. Ojalá que no le pase nada a nadie de tu familia, ¿sabés?”. Segundos después, uno de los asesores de Carrió pidió terminar la conferencia de prensa.