El ex jefe del Ejército César Milani le dijo ayer a la justicia federal que la casa que posee en el barrio de La Horqueta, en San Isidro, por la que se lo investiga por enriquecimiento ilícito, la compró con la ayuda de un amigo militar que le prestó 200 mil dólares. Después de declarar ante el juez federal Daniel Rafecas y el fiscal Jorge Di Lello, el militar opinó que exmiembros de los servicios de inteligencia y “el amigo de (el dictador Jorge) Videla”, en referencia al CEO de Clarín, Héctor Magnetto, le “armaron” la causa en la que fue indagado: “Esto, señores, fue producto de una operación mediática y política que realizó el amigo de (el dictador Jorge) Videla, juntamente con un grupo concentrado de poder. Algunos políticos que estaban en la oposición y hoy están en el oficialismo”, acusó.
Milani se presentó ayer por la mañana en los tribunales federales de Retiro, junto a su abogada, Mariana Barbitta. Durante más de tres horas respondió preguntas del juez y del fiscal, sugirió medidas de prueba y aportó documentos a la causa que lo investiga como autor penalmente responsable del delito de enriquecimiento ilícito.
Rafecas había decidido citarlo a prestar declaración indagatoria en septiembre pasado para que dé explicaciones sobre el origen de los fondos con los que se convirtió en propietario de una vivienda en el exclusivo barrio del conurbano norte. El magistrado basó su decisión en un informe que aportaron a la causa peritos contables de la Corte Suprema, que concluyeron que la situación patrimonial de Milani no podía justificar la compra de ese inmueble. Entonces, el juez también solicitó la indagatoria de Eduardo Barreiro, quien según Milani le habría prestado parte del dinero con el que compró la casa. Barreiro, quien se encuentra bajo prisión preventiva acusado de delitos de lesa humanidad, declaró el martes ante el magistrado y Di Lello.
Desde el juzgado federal número 3 informaron que tanto Barreiro como Milani “fueron contestes en reafirmar su versión, en punto a la efectiva existencia del préstamo de dinero que Barreiro dijo haberle efectuado a fines de 2009 a Milani, por 200 mil dólares, por medio de un contrato de mutuo (que no tiene fecha cierta ni firmas certificadas, ni está registrado en las declaraciones juradas, ni de Barreiro ni de Milani)”. Milani aseguró que su amigo le entregó el dinero en un “bolso chiquito” y que la entrega fue presenciada por al menos seis camaradas. Dijo que fue “un acuerdo entre privados”, por lo cual no habría delito y que devolvió la plata luego de vender un departamento. El ex jefe del Ejército sostiene que posee inmuebles en Córdoba que son de su familia y explota junto a su hermano, por lo cual tiene una situación patrimonial que no se explica solamente por su condición de militar.
Ante los medios, opinó que las causas judiciales en las que se encuentra imputado son operaciones mediáticas orquestadas. Apuntó contra sectores de la ex secretaría de inteligencia de querer perjudicarlo y al CEO del grupo Clarín, Héctor Magnetto. Por último, se deslindó de las acusaciones en su contra sobre su participación el delitos de lesa humanidad durante la última dictadura: “Este general nunca cometió un delito de lesa humanidad. Nunca secuestré, nunca torturé, nunca maté. Tengo tranquila mi conciencia”. En Tucumán, Milani es investigado por la desaparición del soldado Agapito Ledo, hecho por el cual ya fue citado a prestar declaración indagatoria; y en La Rioja se lo vincula con el secuestro de un padre y su hijo durante la última dictadura cívico militar.
El ex jefe del Ejército César Milani declaró por enriquecimiento ilícito
Con la ayuda de un amigo
Ante el juez Daniel Rafecas y el fiscal Jorge Di Lello, Milani argumentó que otro militar le prestó plata para comprar su casa. También aseguró que la investigación en su contra era “una operación mediática”.
Este artículo fue publicado originalmente el día 27 de octubre de 2016