El Congreso de Florida, en Estados Unidos, aprobó un polémico proyecto de ley para que los maestros puedan ir armados a los colegios, una medida que había sido promovida por el presidente Donald Trump a raíz de la muerte de catorce estudiantes y tres profesores en un tiroteo en una secundaria de Parkland en 2018. Con la aprobación en la Cámara baja estatal del proyecto de ley, que ya contaba con el aval del Senado, sólo resta que el proyecto sea enviado al gobernador, el republicano Ron DeSantis.
La medida había sido resistida por la comunidad educativa, que organizó masivas marchas contra la libre portación de armas. Entre otros puntos, el proyecto contempla armar a los profesores en los colegios, una vez que reciban el entrenamiento adecuado y superen una evaluación psicológica. De acuerdo con el proyecto de ley, los profesores que voluntariamente deseen ir armados en el colegio tendrán que completar un curso de cien horas de entrenamiento bajo un programa especial en el uso de armas.
El objetivo supuestamente es evitar que ocurra otro tiroteo como el del 14 de febrero del año pasado en la escuela Marjory Stoneman Douglas en Parkland, al norte de Miami, cuando un joven armado con un AR-15 mató a 17 personas e hirió a otras 17. Su principal impulsor fue el senador republicano Manny Díaz, quien defiende la hipótesis de que la matanza se pudo haber evitado o al menos haber sido menos cruenta, si los profesores hubieran estado armados.
”Hay algo que se llama portar armas de forma oculta, y que solo funciona cuando tienes a gente entrenada para ello”, había dicho Trump por entonces, al aclarar que los profesores tendrían “un permiso especial, y la escuela ya no sería una zona libre de armas” de la que puedan aprovecharse los “maníacos”.
El Partido Demócrata y varias organizaciones civiles, sindicatos de maestros y padres de alumnos se oponen a esta polémica medida que transforma en agentes del orden al personal docente. Para la bancada demócrata, tener a maestros armados es un riesgo para las minorías negra e hispana, que suelen ser víctimas de estereotipos y prejuicios raciales aunque sea involuntarios. "Hay oficiales de policía malos, y hay profesores malos", dijo el representante demócrata Shevrin Jones, al referirse a los innumerables casos de violencia policial contra los afroestadounidenses.