Cinco personas resultaron levemente intoxicadas como consecuencia de una explosión ocurrida en la central nuclear de Flamanville, en el norte de Francia. Tras el incidente, uno de los reactores fue detenido pero las autoridades aseguraron que “no hay riesgos de contaminación” porque ocurrió “fuera de la zona nuclear”. Hasta el momento se desconocen las causas del hecho.
El estallido, que encendió las alarmas, no dejó heridos graves y fue catalogado por Olivier Marmion, uno de los responsables de la Prefectura de la región de Normandía, como un “acontecimiento técnicamente significativo”, aunque no de gravedad ni con riesgos de fuga radiactiva. No obstante, los servicios de emergencia continúan trabajando en el lugar.
La central de Flamanville funciona desde la década de 1980. Desde 2007 se le está construyendo otro reactor nuclear de tercera generación (EPR) más seguro y más potente que los actuales, pero su construcción ha sufrido varios retrasos y no se pondrá en funcionamiento hasta 2018.