Fritas o al horno. Fría o caliente. De carne o de pollo. Al plato o con pan. Acompañada con papas fritas o puré. A la Napolitana o a caballo. Ya sea en esas, o en otras miles de formas más, los porteños tendrán, este tres de mayo, otra excusa para comer uno de los platos tradicionales: la milanesa. Es que, hace ya unos años, este día del calendario fue seleccionado como el Día Nacional de la Milanesa. Varios restaurantes y bares ofrecen descuentos para el día festivo.
Muchos aseguran que no hacen falta razones para celebrar a la milanesa, comida que conquista, por igual, a niños y adultos. La fecha elegida surgió, como tantas otras cosas, por las redes sociales: un grupo de Facebook realizó una votación y miles de usuarios votaron por el 3 de mayo, fecha que quedó instalada como el Día Nacional de la Milanesa. Por eso, cada año, los porteños suben a la web su propio festejo con la carne y el pan rallado.
Las dudas sobre su origen continúan hasta hoy. En uno de sus libros, el cocinero Pietro Sorba, relató que un menú del año 1134, presenta un plato llamado lombolos cum panitio. Lumbus, en latín, es la carne de lomo y panitio remite al pan, según interpretaron posteriormente estudiosos de la materia. Casi 900 años después, el 17 de marzo de 2008, la municipalidad de Milán utilizó esos textos como fundamento para otorgar a la milanesa el estatus de patrimonio oficial de la ciudad.
Otros, en cambio, consideran que la milanesa de carne es de origen austríaco ya que, en la segunda mitad del siglo XIX, las sucesivas invasiones austríacas sobre el norte de Italia difundieron el gusto por la milanesa en Viena. De hecho, en Austria se conoce como Wiener Schnitzel (del alemán filete al estilo de Viena) y es uno de los más famosos platos de la cocina austriaca. Luego, inmigrantes de varios países de Europa llevaron este platillo a varios países hispanoamericanos, entre ellos, Argentina.
Cabe destacar que, por iniciativa del Gobierno porteño, hace dos años se hizo una votación para elegir la mejor milanesa de la Ciudad. El ganador resultó el restaurante El antojo, de Villa del Parque. En segundo lugar quedaron Bodegón Núñez, en Núñez, y Manolo de San Telmo.
Con 15 años de trayectoria, «El antojo» se hizo su clientela fija cerca de su local ubicado en Tinogasta 3174 pero vio aumentado su público desde que publicaron su participación en la votación. «Nuestra capacidad es de 180 cubiertos y todos los días tenemos cola. Hay gente de muy lejos que viene sólo por la milanesa», explicó Cristian Franco, encargado del local, al sitio Clarín.