El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU pidió ayer al Gobierno británico que libere al fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, al tiempo que criticó severamente que se le mantenga en una prisión de alta seguridad que no corresponde a los delitos de los que es acusado. Se trata del tercer pronunciamiento que realiza esta instancia de expertos independientes que trabajan bajo el paraguas de Naciones Unidas, a favor de la libertad del activista que hizo posible la filtración de cientos de miles de documentos clasificados de Estados Unidos. Los dos primeros los emitió cuando se encontraba asilado en la embajada de Ecuador en Londres, mientras que el de ayer se produce dos días después de que Assange fuese condenado a 50 semanas de cárcel por haber roto en 2012 cuando acudió a refugiarse en la legación diplomática, las condiciones de su libertad condicional. “El derecho a la libertad del señor Assange debe ser restablecido”, dijo el Comité, tal como lo hiciese ya en 2015 y 2018.
Asimismo, el Grupo criticó que Assange, “por un delito menor”, se encuentre en la prisión de máxima seguridad: “Este trato parece ser contrario a los principios de necesidad y proporcionalidad de acuerdo a los estándares de derechos humanos”.