–Qué momento para editar el libro, con el de Cristina batiendo records de venta, ¿no?
–¡Totalmente! (Risas.) Igual, Eva viene vendiendo libros hace setenta años y sigue siendo generosa. Respecto de Cristina, están desesperados denostando su libro y solo logran el efecto contrario: cada vez vende más.
–Ambas, siguiendo la línea de las estructuras de sentimiento asociadas al pueblo, son muy similares. ¿Cabe la analogía? ¿Será Cristina al siglo XXI lo que fue Eva al XX?
–Yo creo que ambas tienen el mismo temperamento. Cristina tiene el mismo temperamento que Eva, al momento de conectarse con las multitudes, pero además es como el Minotauro del peronismo porque es una mezcla de Perón y Evita.
–¿En qué sentido?
–En que por un lado tiene una formación política y académica muy fuerte, como Perón, y, por otro, el talante y la pasión de Eva. Concentra esas dos esferas. Cuando se la escucha hablar en el senado una siente que hay grandes distancias, en su formación política con sus compañeros de bancada. Además, ninguna de las dos ha tenido o tiene miedo a los poderosos, y eso es intolerable en una mujer.