En paralelo a la última etapa de la orquesta de Aníbal Troilo, el pianista armó su propia agrupación. El Cuarteto Colángelo, completado por Néstor Marconi en bandoneón, Omar Murtagh en contrabajo y Aníbal Arias en guitarra, debutó con Trasnoche. La placa, que ofrecía vibrantes entregas de gemas como “Taconeando”, “Mariposita” y “La yumba”, tuvo gran repercusión y posibilitó la publicación de un segundo elepé. La música de Julián Plaza, lanzado a mediados de 1973, era un merecido reconocimiento al autor de perlas como “Danzarín” y “Nocturna”. El homenajeado entregó tres temas compuestos especialmente para el cuarteto (“Expresivo”, “Solemne” y “Temperamental”) y el Pepe completó el tributo con una pieza de su autoría devenida en clásico: “Plazeando”. Dos álbumes más, con reversiones de tangos de Agustín Bardi, Horacio Salgán y Roberto Firpo entre otros, cerraron el proyecto. “La propuesta del conjunto era un tanto hermética. Me daba la sensación que sólo a los colegas les podía interesar”, expresa. “Sin embargo el público la aceptó”.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.