Said Bouteflika, hermano del dimitido presidente argelino Abdelaziz Bouteflika (foto), fue detenido ayer junto a otros dos generales. Según el diario digital Tout sur l’Algerie y la cadena de televisión Ennahar, los tres habrían sido conducidos a la sede de los servicios de Inteligencia luego de una denuncia interpuesta por el jefe del Ejército, el general Ahmed Gaïd Salah, el hombre que también forzó la renuncia del enfermo mandatario.
Tanto Bouteflika como los generales Mohamad Mediane “Tawfik” y Athmane Tartag fueron interrogados y acusados de conspirar contra el Ejército y contra el movimiento popular que cada viernes se manifiesta para pedir la dimisión de todo el régimen argelino. Tanto las detenciones como el proceso interrogatorio se enmarcan en la campaña “manos limpias” que lidera Salah para combatir la corrupción en el país.
“Tawfik”, jefe de los servicios secretos argelinos durante más de 25 años, fue depuesto por sorpresa en septiembre de 2015 cuando muchos lo consideraban el sucesor de Bouteflika. Según afirman medios locales, el general Salah acusó a Tawfik antes de darle un último aviso para que cesara las actividades que el jefe del ejército denunció como corruptas. El general Tartag, por su parte, es considerado un hombre próximo al ex presidente y, en particular, a Said Bouteflika. Tartag dimitió de su puesto como director de los servicios de Seguridad el dos de abril, el mismo día que renunció el ex presidente.
Las masivas protestas populares de cada viernes comenzaron el 22 de febrero pidiendo la salida de Bouteflika. Pero ahora, una vez lograda su dimisión y la del primer ministro, Ahmed Ouyahia, los manifestantes exigen la salida de todo el régimen, incluido el propio Salah, al que acusan de maniobrar y lanzar una interesada campaña contra la corrupción para tratar de desligarse de un régimen al que afirman que perteneció.