La convocatoria del gobierno a un acuerdo programático tuvo dos reacciones bien diferenciadas en el frente empresario. Por un lado, el respaldo inmediato de la cúpula dominante. Por el otro, el rechazo de organizaciones pymes, como lo expresó el crítico documento de la Confederación General Económica de la República Argentina. Más allá de diferencias ideológicas, la disímil reacción tiene explicación en los resultados que, para unos y otros, tuvo la actual política económica. Un reflejo de ello es el resultado de un análisis del Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), que demuestra “el crecimiento de la cúpula económica en el marco de la especulación y la devaluación” que tuvo lugar durante el año 2018.
El estudio de IPyPP, centro de estudios que encabeza Claudio Lozano, sobre el balance de 53 empresas de la cúpula que cotizan en la Bolsa, revela que en 2018 “el resultado bruto de sus actividades económicas se expande un 76,8 por ciento (con respecto a 2017), y se incrementan un 129 por ciento al incorporar los efectos de sus operaciones financieras”. Pero agrega que “el impacto de la devaluación sobre sus activos en dólares favorece una expansión en sus resultados netos del 393,6 por ciento”. “En el contexto de una Argentina que vive un verdadero derrumbre económico y social, esta es la consecuencia de las decisiones de política económica, principalmente la devaluación, que beneficia a un puñado reducido de actores”, concluye.
El análisis compara los resultados de los primeros 9 meses de 2017 y el mismo período del año 2018. De las 53 empresas estudiadas, 37 muestran resultado neto final positivo y 7 de ellas “realizan la magia de ganar más que lo que venden”. Esto, en el contexto de una economía en la que cayó el producto bruto un 2,5 por ciento, se destruyeron más de 400 mil empleos y hubo un salto en la tasa inflacionaria del 30 por ciento en 2017 al 47,8 por ciento en 2018.
“La economía esconde, en sus agregados, heterogeneidades significativas”, subraya el documento. “No para todos fue un año de derrumbe. El análisis de los resultados de los balances de las principales empresas permite distinguir el impacto diferencial de la devaluación”. En tal sentido, se señala que “las firmas que cotizan en la Bolsa tuvieron un crecimiento de su facturación (75,9 por ciento) que más que duplica el crecimiento nominal del producto bruto (35,1 por ciento)”.
Un factor clave en el resultado de los balances se refleja en el rubro “operaciones discontinuas”, que entre otros elementos incluye el impacto del aumento en la cotización del dólar en empresas que tienen activos e inversiones en divisas. Allí se pone de manifiesto un notable salto en las utilidades, en un año donde el tipo de cambio se incrementó en más de un 100 por ciento. “Este rubro (resultado de operaciones discontinuas) aumenta nada menos que 924 por ciento con respecto a 2017”. En este último año “operaciones discontinuas” representaba el 57 por ciento del resultado ordinario de los balances de las 53 empresas de la cúpula, mientras que para 2018 esa relación pasó a ser del 300 por ciento. Es decir, triplican el resultado ordinario.
Las firmas que mayor utilidad obtuvieron en este rubro, que incluye las diferencias de cambio, son dos petroleras (YPF y Pan American Energy, PAE) y el pulpo siderúrgico Siderar (grupo Techint). Sin embargo, la que es señalada como “empresa vedette” por el informe es Autopistas del Sol, que logró “mejorar” su resultado final en más de 6500 por ciento con respecto a 2017. En este caso, producto del Acuerdo Integral que le concedió el gobierno nacional, por el cual le reconoció una deuda a cobrar libre de impuesto por un valor de 500 millones de dólares. AuSol, vale recordarlo, pertenecia a la familia Macri (grupo Socma), que la vendió en mayo de 2017 a Natal Inversiones SA por 500 millones de pesos. El caso, recuerda IPyPP, está investigado en la Justicia, por sospechas sobre el precio de venta.
El balance de Autopistas del Sol para el período enero-septiembre de 2018 refleja, por un lado, ingresos de su actividad específica (peajes) por 2240 millones de pesos, a los que se suman “ingresos financieros operativos” (que el año anterior no figuraban en balance) por 7650 millones de pesos. Además, registra un “resultado neto por la puesta en vigencia del Acuerdo Integral” de 10.343 millones de pesos. Todo ello, deducidos los costos, gastos e impuestos, le deja un resultado neto de 16.616 millones de pesos. Esto equivale a 66 veces el resultado neto del año anterior, y lo más llamativo, 7,5 veces lo que percibió por ingresos de los peajes que tiene concesionados.
“El resultado es contundente, aunque no del todo sorprendente. Un puñado de firmas tuvo un 2018 de maravillas en términos económicos”, señala el informe. Resultados marcados por políticas con resultados muy desiguales, como la devaluación y los subsidios a concesionarios viales. En el mismo año de un derrrumbe económico y social que afectó a la mayoría, pero no a todos.