A las 9.38 del martes 6 de agosto de 2013 todo cambió en la historia de Rosario. Un edificio de tres cuerpos, a pocas cuadras del río Paraná, explotó por una fuga de gas. Cuando este miércoles empiece el juicio oral y público contra los once imputados por estrago culposo agravado seguido de muerte -de 22 muertes-, faltarán apenas semanas para que se cumplan seis años de aquella mañana difícil de olvidar. Durante más de un mes, el tribunal compuesto por Marcela Canavesio, Carlos Leiva y Rodolfo Zvala evaluará las pruebas que serán presentadas a través de unos 150 testigos. Las audiencias se desarrollarán en el segundo piso del Centro de Justicia Penal; y habrá tres salas afectadas para garantizar la publicidad del debate. "Estamos esperando que el resultado de este juicio sea que se cambie realmente la forma de trabajo de Litoral Gas; que haya llave de corte, porque Salta 2141 hoy puede volver a suceder. No tropecemos dos veces con la misma piedra", pidió Marcela Nissoria, esposa de una de las víctimas, al convocar a la ciudadanía a acompañar el reclamo de justicia.

Once personas estarán sentadas en el banquillo de acusados desde este miércoles: el gasista Carlos García y su ayudante, Pablo Miño, que trabajaban en el lugar el día del siniestro; el gasista que estuvo doce días antes, José Allala; y los tres integrantes de la administración del edificio, Mariela Calvillo, Norma Bauer y Carlos Repupilli; también los inspectores de la empresa Litoral Gas, Gerardo Bolaños, Guillermo Oller y Luis Curaba; el jefe de esa sección, Claudio Tonucci, y la gerenta técnica Viviana Leegstra. Todos llegarán en libertad.

La acusación estará a cargo de las fiscales Graciela Argüelles y Valeria Piazza Iglesias; y de los querellantes por la familia de la víctima Débora Gianángelo. El debate se realizará de lunes a jueves -a excepción de esta primera semana, que tendrá audiencia el viernes-, por la mañana; y solo los martes se comenzará a las 13.

Llegan a juicio once imputados, entre personal de Litoral Gas, los gasistas y miembros de la administración del edificio deflagrado.

La esposa de Hugo Montefusco, una de las 22 personas que quedaron atrapadas bajo los escombros aquella mañana, recordó que la pena para el delito de estrago culposo agravado es de hasta cinco años de prisión. "Es lo mismo si se muere una persona, 22 o 100", dijo. La mujer aseguró estar disconforme con la carátula. "Ellos nos dicen que no hay dolo, porque no hubo intención, pero a todos nosotros desde chicos nos decían que el gas y la luz eran peligrosos. Entonces me parece que esto es lo mismo que atropellar a una persona por ir a alta velocidad o en estado de ebriedad y decir que no la quiso matar. Si uno sabe que a esa velocidad o en esa circunstancia se puede provocar daño, hay dolo", se quejó. "Acá hay una empresa que no tiene llave de corte ante una pérdida de gas", planteó al hablar de "responsabilidades directas por dejar que pase lo que pase".

Nissoria señaló: "Cuando el poder es parte de la disputa, los ciudadanos comunes estamos siempre en desventaja. El sistema judicial es perverso con las víctimas y no satisface".

La mujer, una de las representantes de los familiares que durante estos años no cesaron en el reclamo de esclarecimiento, planteó que en esta instancia tiene "un sentimiento dual: empieza el momento que tanto esperamos en estos casi seis años; pero, la semana pasada presencié el fallo del juicio por Paula Perassi, y quedé tan desepcionada. Es como que no hay ninguna garantía después de tanta lucha y eso da miedo a recibir el mismo cachetazo que recibió esa familia".

Al analizar el caso particular, Nissoria aseguró que "elementos hay muchos y también hay cuerpos, a diferencia de lo que se planteó en el caso de Paula (la joven sanlorencina desaparecida desde 2011), acá hay cuerpos de más", lamentó. Y analizó: "Hay que ver cuál es la lectura y la intencionalidad de esas pruebas por parte de los que imparten justicia".

Entre otras cuestiones, manifestó temor de que "se quiera cargar las tintas sobre una sola persona, que no vean que fue una cadena de irresponsabilidades donde todos están involucrados. No quisiera que solo vaya el gasista preso o que sea el único culpable". Y fue más allá: "Después de ver el fallo absolutorio de Perassi me preguntó cómo le dirían a los rosarinos una cosa así en un hecho en el que murieron 22 personas en una explosión".

Nissoria sumó: "No perdemos las esperanzas porque para eso fue esta lucha. En estos años marchamos con tantos casos que aún no vieron justicia, que nos da temor. Yo no quiero que se culpe a cualquiera, a muchos o a pocos, solo quiero que se culpe a quienes realmente tuvieron responsabilidad en este hecho".