Gimnasia, que terminó 18º en el torneo, dio la nota ayer y sacó de la Copa de la Superliga al subcampeón Defensa y Justicia. Lo hizo con un notable triunfo 2-0 en Florencio Varela que, sumado al 1-0 conseguido en La Plata, no dejó dudas sobre cuál fue el mejor equipo de la serie. Ahora, el Lobo, que venía de eliminar a Newell’s, se enfrentará en cuartos de final con el también sorprendente Argentinos Juniors que, a pesar de finalizar último en el campeonato, ya dejó afuera en este certamen a dos pesos pesados como Independiente y San Lorenzo.
El conjunto platense fue superior desde lo táctico y en la práctica. Con orden y lucha supo aprovechar la ventaja de la ida y, a pesar de tomar un inesperado protagonismo en los primeros minutos, pasó a entregarle la pelota al Halcón, replegarse y apostar al contraataque: una fórmula que le resultó por demás exitosa en la segunda parte. A los 65, tras un córner y varios rebotes en el área, el venezolano Jan Hurtado la empujó al gol para abrir el marcador. Unos minutos después, con un ataque rápido, liquidó el partido tras un centro del ingresado Matías Gómez que el volante Maximiliano Comba empujó con el arco descubierto.
Defensa, por su parte, cuando tuvo chances de gol se topó con las buenas intervenciones del arquero Martin Arias. El equipo de Sebastián Beccacece estuvo muy lejos de la versión que mostró en la Superliga, tanto en la precisión al controlar la pelota como en la firmeza defensiva, donde varios de sus baluartes, como Lisandro Martínez, perdieron en el mano a mano con los potentes delanteros de la visita.
“Asumimos el protagonismo, pero la falta de definición y errores en pelotas paradas definieron la serie. Generamos más en todos los partidos, pero nos falló la definición”, consideró Beccacece en conferencia de prensa. Mientras que Darío Ortíz, por su lado, fue más concreto, como su equipo: “Tanto en la ida como en la revancha le cortamos el circuito de juego a Defensa. Lo pudimos superar con la actitud de los jugadores”.