El Gobierno aumentó de 0,5 a 2,5 por ciento la “tasa estadística” que pagan las importaciones. La medida “transitoria” se extenderá hasta fin de año. El decreto, que lleva la firma del presidente Mauricio Macri, pretende amortiguar la caída de la recaudación impositiva que acompaña a la recesión. La decisión no solo modifica por primera vez en veinte años las tasas sino que además elimina las excepciones previstas en la normativa y, por lo tanto, comenzarán a pagar también los productos provenientes del Mercosur. Las importaciones del bloque regional estaban exentas de cualquier tipo de arancel. También quedaron alcanzados los bienes de capital y las importaciones temporarias. Asimismo, la medida oficial eleva de 500 a 125.000 dólares los montos máximos a pagar, 250 veces más. Las modificaciones, advierten desde las cámaras empresarias consultadas por este diario, impactarán sobre los costos de las compañías. El traslado de las alícuotas incrementadas a los precios no será automático ya que está limitado por la contracción del mercado interno. El incremento, por otra parte, va a contramano de la promesa oficial de reducir impuestos.

La tasa es concebida como un instrumento para financiar el sistema estadístico vinculado al comercio exterior que involucra a diferentes organismos públicos. “Las operaciones de comercio exterior requieren de actividades específicas del Estado Nacional, las cuales comprenden registraciones, cómputos, sistematizaciones, fiscalizaciones, habilitaciones y certificaciones, entre otras tareas”, sostiene el decreto 332/2019 al fundamentar la decisión. “El Gobierno Nacional se ha propuesto equilibrar las cuentas públicas y eliminar el déficit primario a partir del año 2019”, sostiene la normativa al referirse al programa de austeridad comprometido con el FMI. Desde el Ministerio de Hacienda sostienen que, como esos costos superan los ingresos, “al incrementar la alícuota se deja de subsidiar a los importadores”. En ese sentido, reconocen que la medida “tiene fines recaudatorios”.

En 2018 ingresaron cerca de 2200 millones de dólares con esta tasa, en tanto que en el primer trimestre de 2019 fueron unos 600 millones. Aunque las deficiencias del sistema estadístico aduanero dificultan estimar el impacto potencial en la recaudación del aumento en las alícuotas, el economista especializado en comercio exterior Hernán Soltz explica que “el incremento será mucho mayor que multiplicar por 5 ya que se suman muchas operaciones que antes estaban exentas como las importaciones desde el Mercosur y se modifican bruscamente los montos máximos para las operaciones más grandes que venían pagando una alícuota irrisoria”. 

El experto de la Universidad Nacional de Quilmes ofrece un ejemplo: “Una importación de 5 millones de dólares antes pagaba 500 dólares de tasa y ahora pasará a pagar 125.000 dólares, o sea 250 veces más. Para las operaciones de importación intrazona, el impacto es total, porque antes pagaba 0 y ahora paga 2,5 por ciento sujeto a los montos máximos”.

La tasa estadística ascendía hasta el 10 por ciento durante los años noventa, pero en 1999 la Argentina se vio obligada a reducirla ante un reclamo presentado por Estados Unidos en la Organización Mundial del Comercio. Primero cedió al 3 por ciento para terminar en el 0,5 por ciento. Las autoridades estadounidenses argumentaron ante la OMC que la magnitud de las alícuotas establecidas por Argentina no eran justificables como tasa en contraprestación de servicios estadísticos sino que constituían un arancel encubierto. 

Quienes conocen la historia recuerdan que la elevada alícuota original tenía como objetivo amortiguar el impacto de las importaciones brasileñas exentas de aranceles tras la creación del Mercosur. En el actual contexto recesivo, la combinación entre el aumento en la tasa estadística y la eliminación de la excepción a las importaciones del bloque regional puede ofrecer un mecanismo para impulsar la recaudación aduanera. Los productos provenientes de los países miembros del Mercosur explicaron el 28 por ciento de todas las importaciones en 2018. Durante el primer trimestre del año los envíos de Brasil, Paraguay y Uruguay representaron el 26,3 por ciento del total. 

Al fundamentar la decisión, el decreto no solo esgrime motivos recaudatorios. El texto menciona, a su vez, la medida tomada por Uruguay, que desde octubre de 2017 comenzó a cobrar una tasa consular de 3 por ciento para las importaciones originarias del Mercosur y de 5 por ciento para las del resto del mundo.