“Acá, un asesino, un tipo juzgado, un tipo que seguramente torturó a mi hija Laura, posibilitó el robo de mi nieto, pudo presentar un libro en esta feria durante lo que se quiere llamar un gobierno democrático”, denunció públicamente la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Se refería a Jorge Di Pascuale, uno de los represores condenados por el asesinato de su hija, cuyo libro Crónica de una guerra negada, de claro espíritu negacionista, fue presentado la semana pasada en la Feria El Libro por un panel integrado por militares retirados y el periodista Ceferino Reato, en una sala repleta de familiares de represores investigados, imputados y condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.
Carlotto, quien el domingo participó de la presentación del libro de la periodista Luciana Peker La Revolución de las hijas, aprovechó la oportunidad para denunciar a Di Pascuale y su panfleto negacionista. “Lo hemos denunciado y se han retractado, pero el señor Reato salió a decir que estuvieron mal” tanto el organismo de derechos humanos como la Fundación del Libro, que argumentó que ignoraba que aquella presentación se convertiría en una apología del genocidio. A través de un artículo publicado en Infobae, Reato lamentó que la fundación organizadora de la Feria del Libro lo calificara de “apólogo del terrorismo de Estado” por considerar que lo “ofende como persona y pretende difamar mi trabajo como periodista y escritor”.
“No tuvo ningún reparo en mencionar el crimen de Laura”, advirtió Carlotto en relación al descargo de Reato. Y se preguntó si los genocidas tienen derecho a convivir con el resto de los ciudadanos o deberían vivir en la cárcel, “el lugar que les corresponde”. “También merecen la cárcel aquellos que dejarán el país en la pobreza”, concluyó, advertencia que provocó el aplauso del auditorio. El libro de Di Pascuale, Crónica de una guerra negada, se presentó el 2 de mayo pasado en la Sala Gorostiza del Pabellón Amarillo. Condenado a prisión perpetua por el asesinato de Laura Carlotto, entre otros homicidios perpetrados en el centro clandestino La Cacha, que funcionó en La Plata durante la última dictadura, y por otros crímenes de lesa humanidad cometidos en Neuquén, permanece detenido en la unidad 34, localizada en Campo de Mayo.
Sin embargo, los organizadores transmitieron una grabación en la que se lo escuchaba explicando que Crónica... era una “investigación sobre la guerra civil” que vivió la Argentina “cuyas consecuencias aún se viven y que empezó con una agresión de la subversión”.
La mesa de presentación del libro estuvo integrada por Reato –un periodista y escritor que suele respaldar los argumentos de los represores y criticar las posiciones de los organismos de derechos humanos– e integrantes de la familia militar. El moderador fue el coronel retirado Guillermo Viola y entre el público se encontraban Cecilia Pando y familiares de militares que niegan el proceso de memoria, verdad y justicia.
Al día siguiente del escándalo, la Fundación El Libro se excusó del evento y calificó a sus participantes como “apólogos del terrorismo de Estado”. Afirmó además que ignoraba el contenido del encuentro y sostuvo que si le hubieran pedido un espacio para hacer, de manera explícita, una apología del terrorismo de Estado o cualquier otro terrorismo, acto xenófobo o racista, o cualquier otro tipo de delito, claramente hubiera negado su autorización.