La Cámara Federal le tomó ayer juramento a María Eugenia Capuchetti, quien asumió a cargo del Juzgado Federal número 5, vacante desde la renuncia de Norberto Oyarbide. Se convirtió así en la segunda magistrada mujer a cargo de uno de los doce juzgados de primera instancia de Comodoro Py.
La nueva jueza se presentó a concurso y su pliego fue enviado al Senado en noviembre del año pasado por el presidente Mauricio Macri. Finalmente fue aprobado el 16 de abril con apoyo de las bancadas de Cambiemos y del Peronismo Federal. El kirchnerismo y sus aliados votaron en contra.
Capuchetti fue la histórica secretaria letrada del juez federal Sergio Torres, quien, por su parte, en los próximos días dejará el juzgado número 12 para asumir en la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires. Torres fue propuesto por la gobernadora María Eugenia Vidal y luego obtuvo el aval de la Legislatura bonaerense. Capuchetti trabajó con él cuando Torres estaba a cargo del juzgado de instrucción 24. Luego, en octubre de 2001 y con el nombramiento del entonces presidente Fernando De La Rúa, Torres se mudó a Comodoro Py y ella lo acompañó.
Con muchos años de recorrido en la Justicia, según señalan en Tribunales, Capuchetti luego asumió la dirección de una oficina de enlace del Ministerio Público Fiscal porteño, cuando el procurador era Martín Ocampo, hombre de confianza de Daniel Angelici. Pero, además, para este nuevo cargo Capuchetti obtuvo el aval de la mesa judicial de Cambiemos, conformada por el ministro de Justicia, Germán Garavano; el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías; el asesor de Mauricio Macri, José Torello; el secretario legal y técnico Pablo Clusellas y Juan Bautista Mahiques. Este último, incluso, estuvo presente ayer en el acto de jura.
Por eso, a pesar de no haber ganado el concurso –ocupó el segundo lugar en la terna– Capuchetti fue bendecida para ocupar una de las doce sillas donde se cursan las causas más sensibles de la Argentina. La nueva jueza logró sortear la grieta de los operadores judiciales del Gobierno y consiguió el apoyo a pesar de las diferentes facciones internas.
La jura estuvo a cargo del presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun. De la ceremonia participaron la mayoría de los jueces y fiscales de instrucción, incluso el fiscal en rebeldía Carlos Stornelli, quien llegó a la histórica sala AMIA hacia el final del acto. También participaron los jueces de la Cámara de Casación, menos su presidente Juan Carlos Geminiani, quien horas antes había sido citado por el Consejo de la Magistratura para dar explicaciones por un caso de violencia de género (ver página 13). Quien sí dio el presente fue el actual presidente del Consejo de la Magistratura, Ricardo Recondo. Además, no faltaron a la cita el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, y el procurador bonaerense Julio Conte Grand. Dato no menor, teniendo en cuenta que durante el proceso de designación circuló fuerte la versión de un supuesto apoyo por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal para que Capuchetti gane un lugar en el estratégico edificio de Comodoro Py.
La expectativa ahora está puesta en los primeros pasos que dé Capuchetti como jueza federal, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un año electoral. En su juzgado está pendiente la decisión de la reapertura de la causa por presunto enriquecimiento ilícito de la ex presidenta Cristina Kirchner. La nueva ofensiva en ese expediente la lleva adelante la Oficina Anticorrupción que encabeza Laura Alonso y por la Unidad de Información Financiera. Ambos organismos dependientes del Poder ejecutivo reclamaron que se vuelva a investigar el patrimonio de la ex mandataria. Oyarbide había dictado el sobreseimiento del matrimonio Kirchner en el año 2010, tras un peritaje del Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema que concluyó que Néstor y Cristina Kirchner no cometieron delitos en el incremento patrimonial.
Justamente, Capuchetti asumió el cargo a tres años de la renuncia de Norberto Oyarbide, quien, acorralado por varias denuncias en su contra en el Consejo de la Magistratura decidió jubilarse. Durante este tiempo, el juzgado federal 5 fue subrogado por Marcelo Martínez de Giorgi –titular del juzgado federal 8– y hasta ayer estuvo a cargo interinamente de Ariel Lijo, juez federal del juzgado 4.