El gobierno argentino sigue pasando la gorra. El presidente Mauricio Macri se comunicó este miércoles con su par de Estados Unidos, Donald Trump. La charla fue de cinco minutos y se conversó sobre el plan de reformas y ajuste local. Las especulaciones del mercado son que Macri busca convencer al Tesoro norteamericano de hacer un aporte de entre 10 mil y 20 mil millones de dólares antes de las elecciones. Se trata de una línea de crédito que el presidente de los Estados Unidos puede ofrecer en forma discrecional (es decir sin que sea aceptada en forma previa por el Congreso) y que se aplica a países emergentes que se encuentran ante procesos de fuerte inestabilidad cambiaria. El antecedente importante es México 1995: recibió este tipo de préstamo para enfrentar la crisis del Tequila. Brasil en 1999 también recibió esta línea de crédito discrecional.
La Casa Blanca se encargó de publicar que Trump mantuvo una charla telefónica con Mauricio Macri. “Los dos líderes discutieron las importantes medidas de reforma económica aplicadas por el presidente argentino y también discutieron los desafíos regionales. El presidente Trump expresó su fuerte respaldo a la agenda económica de Macri favorable al crecimiento y a los avances que ha hecho en la modernización de la economía argentina”, dijo la Casa Blanca. No es el primer guiño del ejecutivo de Estados Unidos con el gobierno argentino. Trump fue clave en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. “Se busca reforzar la fuerte asociación entre Estados Unidos y la Argentina”, agregó la Casa Blanca.
Trump reiteró el “respaldo a la agenda de reformas económicas del Gobierno”, que se basa en el ajuste fiscal, en la apertura irrestricta de la cuenta capital y en el endeudamiento externo. Se trata de un programa de medidas que no funcionó para poner al país en una senda de crecimiento sostenible con mejora en la calidad de vida de la población. La economía no encuentra rumbo. El dólar subió casi 150 por ciento en el último año y medio. La industria y la construcción se desplomaron. El desempleo aumenta. La inflación se duplicó hasta superar el 50 por ciento. Gran parte de los economistas locales coinciden que el diagnóstico de ajuste es equivocado y produce problemas cada vez más importantes para el mercado interno.
La señal de apoyo del presidente de Estados Unidos no es la primera de los últimos meses. Macri se encarga de dejar en claro cada vez que puede que tiene buena llegada a Trump y una amistad familiar de hace muchos años. La conversación de ayer fue a pedido del Gobierno argentino y busca mostrar a los inversores el apoyo de la Casa Blanca. Esta estrategia no fue suficiente el año pasado. El anuncio de la vuelta al Fondo a mediados de 2018 para el Gobierno era la oportunidad de contener la corrida cambiaria. Pero el resultado fue exactamente el opuesto. En el mercado lo entendieron como un acto desesperado del equipo económico por la dificultad de resolver el elevado desequilibrio de las cuentas macroeconómicas. Se cerraron las posibilidades de emisión de deuda en las plazas de capital extranjero y se potenció la fuga de divisas (liderada por el rápido desarme de las inversiones de los fondos en Lebac).
El comunicado difundido por la Casa Blanca fue similar al que se emitió en mayo del año pasado, cuando el ministro Nicolás Dujovne encabezaba la delegación de funcionarios en Washington para negociar el primer acuerdo con el FMI. En esa oportunidad Macri también habló con Trump y el mandatario norteamericano le brindó su apoyo en la hoja de ruta en la que avanzaba la Argentina. En ese momento, el comunicado de Estados Unidos dijo que “el Presidente Trump expresó su firme apoyo a los esfuerzos del presidente Macri para transformar la economía de Argentina”. Un año más tarde, el mercado interno se encuentra en condiciones mucho más desfavorables. Esto no sólo en términos reales (por la destrucción del nivel de producción y consumo) sino financieros. El riesgo país este año superó picos de 1000 puntos y el dólar alcanzó a tocar el record de casi 48 pesos.
El Gobierno no hizo explícito el motivo del llamado a Trump pero la especulación en la city es que se intenta conseguir un crédito del Tesoro. El aporte de divisas frescas antes de las elecciones sería clave para el intento del oficialismo de mantener moderado el dólar y buscar recuperar posiciones en las encuestas. La inestabilidad cambiaria de los últimos meses junto con el derrumbe de la actividad económica fueron dos factores centrales para explicar la caída de imagen del presidente.