Yuli y Tonga llegan a la entrevista amanecidos. Aclaran que no durmieron. Están entusiasmados con lo que se viene, se les nota y lo largan como un chorro. “Vamos a hacerles un homenaje a Chicho Sánchez Ferlosio y Rosa Jiménez, que sólo grabaron dos canciones, y la idea es emular la tapa y todo”, cuenta Tonga. Pasaron la noche grabando en lo de su amigo Tomás Stagnaro, quien también grabó, mezcló y produjo El álbum familiar, un EP de seis canciones folk pop colmado de personajes particulares que bien podrían encajar en una familia heteronormativa.
Con canciones como Equilibrista, Talento y La sagrada familia, más un cover de Novia, de la asturiana Lorena Álvarez, este EP de poco más de 13 minutos se luce por su sencillez y sus letras irónicas y también poéticas. Con una fuerte inspiración en Nacho Vegas, con quien Yuli cantará algunos coros en el show de esta noche en Groove, el dúo también reconoce a Donovan, Nick Drake, The Velvet Underground y Moldy Peaches como artistas a quienes buscan acercarse creativamente.
Esta vez los convocó la obra de Chicho Sánchez Ferlosio y Rosa Jiménez, a quienes el dúo de Boedo, además actuales Niños Envueltos, está homenajeando con la grabación del single Coplas retrógradas, que incluye la canción homónima y Zumba que zumba. “Tocaban en vivo pero sólo grabaron esas dos canciones. Realmente Chicho Sánchez Ferlosio es una persona que admiramos muchísimo; es un genio, en realidad. Él militaba, era un anarquista e hizo muchas canciones de la resistencia contra el franquismo, apoyando a los huelguistas de España, de Asturias, a los mineros. Es un groso, hace unas letras muy buenas”, cuenta Yuli.
Partiendo del amor por la música española, Yuli y Tonga llegaron entre videos y entrevistas al cantautor madrileño, creador de gran cantidad de canciones que no llegó a grabar él pero sí otros intérpretes como Víctor Jara, Quilapayún o Joaquín Sabina. En cuanto a Rosa Jiménez, cuenta el dúo, vive en Córdoba y hace unos años realizó un homenaje a su compañero Chicho, fallecido en 2003. “Es gracioso porque cuando los vemos, nos sentimos identificados. De hecho, en la película Mientras el cuerpo aguante, ellos van a un restaurante y tocan Zumba que zumba. Cuando lo vimos nos sentimos nosotros... ¡los queremos mucho!”, dice la cantante, que también fue corista de La ola que quería ser chau hasta que su cantante Miguel del Pópolo fue denunciado por violación y agresión por una ex pareja y otra compañera de banda.
Antes de conocerse en un bar de Almagro en 2014, Giuliana “Yuli” Bonello y Gastón “Tonga” Ravizzoli ya tocaban en los colectivos. Cuando se hicieron amigos, unieron su repertorio de Gilda, Violeta Parra, joropos venezolanos, algunas canciones de Family y Nacho Vegas y empezaron a subirse juntos al 128. “El formato está bueno porque nos invitan a todos lados y podemos ir así, sin micrófono, a ciclos de poesía; viajamos a Córdoba, Mendoza; es más fácil poder costear los pasajes”, dice Tonga. Con la guitarra, el ukelele y la melódica se mueven por donde quieren. Así estuvieron tocando este verano en Mar del Plata en un show de Palo Pandolfo, y también en Miramar y en Necochea, invitados por la Agrupación IndieGesta.
Que sean dos también les otorga maleabilidad para componer una canción por la tarde y a la noche tocarla en vivo. “Tenemos otros trabajos pero seguimos tocando en los colectivos porque nos gusta, y para trabajar también”, dice Yuli. Entre la dicotomía de lo ameno y lo oscuro e irónico se mueven Yuli y Tonga, buscando los colores a través de la sencillez. Y para eso bastan unas buenas letras y una melodía dulce.
* Yuli y Tonga tocan el jueves 13/6 en la Cooperativa Cultural Qi, Thames 240, junto a Jaz Pimentel.