La crisis de la economía argentina también afecta a las grandes empresas, aquellas que en su momento brindaron apoyo cerrado al gobierno de Mauricio Macri. La brutal devaluación del peso y la pérdida de credibilidad en la palabra oficial para alejar el escenario de default generó un proceso generalizado de venta de activos nacionales, entre ellos las acciones emitidas por empresas locales, lo cual implica una desvalorización de esas compañías y el incremento de la dificultad para acceder a mercados de financiamiento. Desde enero 2018, grandes empresas nacionales han sufrido una fuerte caída del valor de mercado medido en dólares.
Desde enero de 2018, el índice Merval, que agrupa a las principales empresas nacionales que cotizan en la bolsa local acumula una caída del 64,2 por ciento. El derrape es similar al que ocurrió en 2008/2009, cuando la economía fue golpeada por el estallido de la crisis internacional y la disputa del Gobierno con las patronales agropecuarias. Desde fines de 2017, detalla la Universidad de Avellaneda (Undav), la cotización local de Mirgor medida en dólares acumula una baja del 75,7 por ciento, seguida de Pampa (-68,8), Banco Francés (-68,5), TGN (-67,9), Banco Galicia (-67,5), Transener (-66,2), Ternium (-66,0), Edenor (-64,7), Banco Macro (-64,5), Aluar (-57,6), TGS (-57,3), Loma Negra (-57,2), YPF (-40,9) y Tenaris (-21).
El precio de los ADR de las empresas argentinas en la Bolsa de Nueva York muestra un comportamiento similar a la cotización local medida en dólares, con la excepción de Mercado Libre, que tiene una suba acumulada del 55,6 por ciento desde fines de 2017. En la carrera de los ADR se destaca la caída del Banco Supervielle (-81,3) e IRSA (-68,4).
El informe de la Undav advierte además que entre 29 grandes empresas argentinas que cotizan en la bolsa local, la mitad tuvieron baja de ingresos en 2018 frente a 2017 a raíz del achicamiento del mercado doméstico y la caída de la demanda. “Tomando las 8 empresas que más vieron reducir sus ingresos en términos reales se encuentran alimentos, cementeras y electrónica. Ninguna se encuentra en el sector bancario y sólo una es del sector energético. En cambio, energéticas y bancos son las que más han aumentado sus ventas en 2018”, indican los economistas de la Undav.
Entre las grandes empresas, las alimenticias Molinos Río de la Plata y Mastellone aumentaron sus pérdidas en 2018 en relación a los números rojos de 2017, mientras que Arcor pasó de tener ganancias en 2017 a contar pérdidas el año pasado. “Otras empresas productoras de bienes que están mostrando malos resultados son Cresud (agropecuario), Mirgor (electrónica), Loma Negra (cemento) y Holcim (cemento). Tanto en cuanto a ventas como en los resultados finales del periodo han mostrado un claro deterioro en relación a 2017”, detalla el informe. En cambio, hubo mejoras de rentabilidad para Techint y Aluar, gracias a sus exportaciones de tubos sin costura y de aluminio, de los bancos, gracias al negocio financiero que les facilita el Banco Central, y de las energéticas, por la dolarización de la operación interna.