Sobre una multitud inamovible ante la inclemencia del clima y con los ojos vidriosos de la emoción comenzaron a escuchar, pasadas las 20, las palabras de la ex presidenta y actual senadora Cristina Fernández de Kirchner. Fueron miles los que se apretujaron bajo la tormenta que cayó sobre la avenida Sarmiento. Ninguno se quería perder la presentación del libro de la principal dirigente de la oposición.
“Siempre que puedo estar, vengo a agradecer y a apoyar el modelo de Néstor y de Cristina”, sostiene Paula, una artesana de 41 años, con los ojos llenos de lágrimas. Su relato, que encarna el de muchos otros que durante la década pasada pudieron mejorar sus condiciones de vida como consecuencia directa de la aplicación de políticas públicas concretas, se condensa en una frase: “No soy kirchnerista por elección, yo siempre sufrí los oficialismos, pero de pronto vi que personas que pensaban como yo estaban en el poder y comenzaban a llevar adelante medidas que favorecían a los sectores que siempre habían sido postergados”.
El silencio abrumador que se apoderó de la calle cuando empezó a hablar la ex mandataria contrastó abruptamente con los bombos y los cánticos que habían comenzado en las primeras horas de la tarde. Ya en el subte, los desconocidos –jóvenes y viejos– se reconocían camino a la Feria del Libro y se sonreían, se palmeaban e intercambiaban dedos en V. Los vendedores ambulantes ofrecían pilotos, paraguas y pañuelos color azul-tapa-de-libro, y saludaban a los eventuales compradores con un “gracias, compañero”. A medida que pasaban las horas, los truenos empujaban cada vez más las gargantas a cantar “vamos a volver, a volver a volver, vamos a volver”.
“Vine para escucharla, quiero saber qué opina de lo que está pasando en el país”, sostiene Viernes (así se llama), que llegó con su compañera a ver la presentación del libro transmitida en una de las pantallas gigantes montada sobre Sarmiento. El joven, que admite que todavía no pudo comprar el libro, agrega que, aunque nunca integró un espacio orgánico de militancia, siempre siguió de cerca las movilizaciones y los actos impulsados desde el kirchnerismo.
Sinceramente revolucionó la 45° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y ya lleva más de 300 mil ejemplares impresos. El libro se transformó rápidamente en un bestseller, agotando los 60 mil ejemplares de su primera edición en una semana. Pero, además, generó un suceso político inédito: que miles y miles de personas colmaran el predio de la Sociedad Rural Argentina, lo llenaran de militancia, de bombos, de humo de parrilla improvisada. La jornada se vivió como una fiesta, llena de baile, música y color, a pesar de las fuertes lluvias que no cesaron hasta pasadas las 21.
“Vine a acompañar a Cristina, una referente del campo nacional y popular”, comenta Armando, un pequeño comerciante del rubro textil. “Yo estaba en una situación económica muy complicada, prácticamente en la calle, y eso cambió cuando llegaron Néstor y Cristina: pudimos levantar cabeza”, agrega, al tiempo que reconocer que actualmente “la situación está muy difícil, pero podemos tirar gracias al colchón que nos quedó de la etapa anterior”. Como él, muchos llegaron solos al barrio porteño de Palermo, empujados por las ganas de volver a escuchar a la ex presidenta. En ese sentido, las expectativas respecto a su pronunciamiento en torno a una eventual candidatura en las elecciones de octubre se sentían en el aire: la frase más entonada, sin dudas, fue “Cristina presidenta”.
Informe: Sibila Gálvez Sánchez.