En Brindis al amor (1953), Oscar Levant –una especie de alter ego del propio director, Vincente Minneli– imagina un fastuoso musical que pueda coronar su carrera y revitalizar la del veterano bailarín que interpreta Fred Astaire. “Una versión moderna de Fausto”, repite una y otra vez, como la síntesis de esa ambición por el prestigio y la tragedia. Ese gag que la película esgrime como reflexión sobre un género que había sido profundo sin renunciar a su esencia reaparece en Broadway unos años después bajo nuevas vestiduras. Damn Yankees es una versión moderna de Fausto ambientada en el mundo del béisbol. Y también es la consagración en Broadway de la coreografía de Bob Fosse –que ya había ensayado en The Pajama Game– y su encuentro con Gwen Verdon. Unos años después hicieron la versión cinematográfica y así quedó registrado para la posteridad el maravillo striptease musical ‘Whatever Lola Wants’, en el que Verdon enfundada en una malla negra nos convence a todos de firmar el pacto con el diablo. También se la puede ver bailando junto a Bob Fosse en el divertido mambo ‘Who’s Got The Pain?’.
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