Basada en una obra de Neil Simon, con música de Cy Coleman y letra de Dorothy Fields, la ópera prima de Bob Fosse como director es la versión cinematográfica de la exitosa obra teatral que reflotó la carrera de Verdon en 1966. A sus 41 años interpretaba a una bailarina que recorre el Times Square en busca de su definitivo estrellato. Recreación musical de Las noches de Cabiria de Fellini, contagiada de esa encantadora decadencia que también vestía los paseos romanos de Giulietta Masina, fue toda revolución en Broadway ver a Verdon, con su vestuario colorido y sus seductores quiebres de cadera, encarnar ese olvidado sueño de gloria. La adaptación al cine requirió una actriz más joven y de moda: Shirley MacLaine fue la elegida para interpretar a Charity pero el público y la prensa nunca perdonó la sustitución. Sweet Charity resistió el paso del tiempo pese a las críticas y el fracaso comercial: es el testimonio de los aportes de Gwen Verdon a las coreografías de conjunto como ‘Big Spender’ y la confirmación del talento de Bob Fosse en la composición visual al servicio de la cámara.