La referente de la agrupación Sin Zoo habló con PáginaI12 y analizó los intereses que se esconden detrás de los animales en la calle.

–¿Por qué cree que hay tantos animales en la calle en la ciudad?

–Acá el tema –y es algo que sucede en toda la Argentina, no solo en Ciudad– es que claramente debe haber interés en que haya tantos animales en situación de calle. Somos muchos los que vivimos rescatando animales de la calle y cuando vos levantás un gato o un perro, lo primero que hacés –esté en el estado en que esté el animal– es ir a un veterinario. Entonces, para algunos tener tantos miles de animales en situación de calle es un gran negocio, porque si esos animales en las calles no existieran, no existirían tampoco los rescatistas como yo –que no somos diez ni cien, somos miles en todo el país–. Y, claro, no todo el mundo tiene plata para castrar, ¿por qué pensás que hay tantos animales en situación de calle? En la ciudad hay 500 mil animales en la calle. Están en toda la ciudad pero, sobre todo, en los barrios más vulnerables. Por cada uno que ves en la calle, hay otros cien que no ves.

–¿Qué pasa con las castraciones gratuitas?

–La falta de castraciones tiene que ver con el incumplimiento de la ley 4351 de la Ciudad, ley que prometió algo y nunca lo cumplió, que era la creación de quince centros veterinarios en toda la ciudad y la esterilización masiva de animales domésticos, entre otras cuestiones. Todo eso debería hacerlo el área de Sanidad y Protección Animal del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la ciudad. Además, el Instituto Pasteur como centro de zoonosis debería hacer castraciones.

–¿Cuánto cuesta una castración promedio?

–Depende de cada barrio, pero como referencia, yo vivo en Palermo Hollywood y una castración  está entre 6 y 10 mil pesos. A eso vos le tenés que sumar el prequirúrgico. Pero en Pompeya, por ejemplo, sale entre 2500 y 4 mil pesos. Entonces, si el gobierno implementa castraciones masivas, gratuitas, extendidas y tempranas –como debería hacer– se estaría metiendo con el bolsillo de la corpo veterinaria. Es decir que no quieren que se castre gratis porque no quieren que se interrumpa parte del negocio. Es la corporación veterinaria la que no quiere que se castre, porque lo considera competencia desleal y persigue a quienes lo hacen en un claro abuso de poder. Es increíble. Es como si el Colegio de Médicos sancionase a Médicos sin Fronteras por atender fuera de un hospital.

–Las organizaciones proteccionistas participan de campañas de castración a bajo costo. ¿Qué son y por qué son perseguidas?

–Las campañas de castración a bajo costo son campañas que se hacen en distintos lugares –sociedades de fomento, asociaciones barriales, etc.– que están al frente de un profesional matriculado y que tiene experiencia en este tipo de campañas, porque no cualquier veterinario hace castraciones a ese nivel, son especializados. Por supuesto, se hacen en las condiciones quirúrgicas necesarias y se cumplen todos los requisitos médicos. No son ilegales porque no hay ninguna norma que prohíba castrar un animal en las situaciones adecuadas en un lugar que no sea una veterinaria. De hecho, hay muchísimos actos veterinarios que son ambulatorios y que no requieren consultorio. Inclusive, hay muchas veterinarias que no tienen un quirófano y las castraciones las hacen en el consultorios. Son campañas que suplen al Estado, a la falta de políticas públicas de castración y al incumplimiento de la normas en la ciudad. El problema de los allanamientos se da porque la corpo veterinaria no quiere que se hagan estas campañas porque consideran que esto atenta contra su negocio. Pero de ninguna manera son ilegales. Ahora, para mí lo ilegal es perseguir esas campañas, porque yo como ciudadana tengo derecho a un ambiente sano. Y un ambiente donde hay perros y gatos en situación de calle que pueden transmitir enfermedades zoonóticas, que pueden morder, no es un ambiente sano. Yo voy a Villa Inflamable a rescatar animales y ahí he visto los mismos parásitos en niños que en perros. Las castraciones no son solo un tema veterinario, son un tema de la salud pública.

–Algunos proteccionistas señalan que en el último tiempo aumentó el número de animales en la calle, ¿coincidís?

–Ya sabemos lo que ha pasado en los últimos años en el país. Yo no soy de ningun color político, mi única bandera es la liberación animal, pero realmente hemos tenido un retroceso en los derechos y en el acceso a lo público de manera flagrante y los animales no están exentos de eso. Y, sí, hay más animales en la calle porque lo primero que hace la gente es largar al perro cuando no hay para comer. Los animales están en nuestro ambiente, conviven con nosotros en tanto animales domésticos, y no están exentos de lo que ocurre en a nivel general en la sociedad.