La corte suprema venezolana ordenó la reclusión del vicepresidente del Parlamento, Edgar Zambrano, por traición a la patria en Fuerte Tiuna, el mayor complejo militar de Caracas. Según el comunicado emitido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el número dos del autoproclamado presidente Juan Guaidó será juzgado por la justicia ordinaria venezolana. Estados Unidos, por su parte, reaccionó con sanciones para dos compañías y dos buques petroleros que comercializan con Cuba.
“Zambrano será sometido a reclusión preventiva por la comisión flagrante de los delitos de traición a la patria, conspiración, rebelión civil, usurpación de funciones, instigación pública a la desobediencia de las leyes y el odio continuado”, explica el texto del TSJ. Zambrano, diputado del partido opositor Acción Democrática (AD), fue detenido la madrugada del jueves cerca de la sede de su partido. Al negarse a bajar de su auto, fue trasladado en una grúa escoltada por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) al Helicoide, una de las sedes en Caracas de este cuerpo. La acción, ordenada por el TSJ, fue posible porque días antes la oficialista Asamblea Nacional Constituyente le quitó sus fueros. Al igual que Zambrano, otros nueve diputados fueron acusados de rebeldía y traición a la patria por el intento de golpe de Estado orquestado por Guaidó.
Sin embargo ayer el oficialismo ofreció más información para desentrañar el caso. En este sentido, el presidente Nicolás Maduro aseguró que el entonces director del Sebin, el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, fue el que lideró el levantamiento militar al estar captado hace un año por la CIA estadounidense. “Christopher trabajaba como traidor, topo infiltrado en los cargos que se le había dado”, aseguró Maduro. El mismo día del fallido levantamiento, Maduró destituyó a Figuera y lo reemplazó por el general Gustavo González López.
Al enterarse de la nueva situación de Zambrano, Estados Unidos no tardó en responder e impuso sanciones contra dos compañías y dos buques petroleros para coartar el transporte de crudo de Venezuela a Cuba, y amenazó con nuevas restricciones a quienes operan en los sectores de defensa e inteligencia venezolanos. “Nuestras sanciones son como una respuesta directa al arresto ilegal por parte del Sebin de miembros de la Asamblea Nacional”, explicó el Departamento del Tesoro en un comunicado. “La acción –continúa el comunicado amenazante– avisa a los servicios militares y de inteligencia de Venezuela, así como a quienes les apoyan, de que su respaldo al régimen ilegítimo de (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro tendrá consecuencias graves”.
Las nuevas sanciones estadounidenses afectan a dos buques petroleros con bandera de Panamá, el León Días y el Ocean Elegance, que según el Departamento del Tesoro, entregaron petróleo venezolano a Cuba desde finales de 2018 hasta marzo de 2019.
El Gobierno de Venezuela, por su parte, anunció ayer la reapertura de las comunicaciones marítimas y aéreas con la isla da Aruba y de la frontera con Brasil, luego de más de dos meses de haber estado cerradas. Las fronteras fueron cerradas a finales de febrero cuando Guaidó intentó ingresar al país ayuda humanitaria que se acopiaba en Brasil, Colombia y las islas Curazao, Aruba y Bonaire. En ese entonces, el gobierno de Maduro consideró que el ingreso de donaciones hechas por Estados Unidos y otros países darían paso a una “invasión” extranjera y en consecuencia ordenó el bloqueo de las fronteras.
En medio de una nueva escalada de conflicto, el líder opositor también lanzó sus declaraciones y en una entrevista con la cadena de televisión Telemundo dijo: “Una cooperación militar extranjera está sobre la mesa”. Y segundos después argumentó que la cooperación “no sería una intervención” excusándose en que sería aprobada por la Asamblea Nacional. “Responsablemente, debemos evaluar todas las opciones. En el caso de cooperación militar extranjera, no sería intervención, porque el Parlamento Nacional es el único que podría autorizar misiones militares extranjeras”, dijo Noticias Telemundo. Guaidó agregó que esa es una “opción” que está sobre la mesa y que han hablado del tema no solo Estados Unidos, sino también con mandatarios como el presidente de Ecuador, Lenín Moreno.