Los cinco gremios docentes nacionales, enfrentados a la decisión del Gobierno de eludir la paritaria nacional, reafirmaron que de no mediar un cambio en la postura oficial lanzarán un plan de lucha que podría incluir un paro el día del inicio de las clases, el 6 de marzo. El reclamo recibió el apoyo del integrante del triunvirato de la CGT Héctor Daer y del secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quienes auspiciaron ayer la presentación del Frente Nacional Educativo, un espacio plural a través del cual los docentes planean encarar el conflicto. “Si no hay diálogo, no hay inicio de clases”, avisó sin rodeos el secretario general de Sadop, Mario Almirón. En paralelo, los gremios preparan también una marcha nacional y confirmaron ayer que apoyarán la movilización que las centrales obreras convocaron para el 7 de marzo.
La intención del Gobierno, expresada por el propio Presidente, es fijar de manera unilateral el piso salarial a nivel nacional y derivar a los gobiernos provinciales las negociaciones paritarias. Los docentes plantean que esa decisión vulnera la ley de Financiamiento Educativo, vigente desde 2006, que obliga al Estado nacional a convocar a los gremios a discutir no sólo el salario básico inicial sino también las condiciones de trabajo y los planes de formación docente, entre otros temas.
Esa obligación la remarcaron los gremios en una nota dirigida al ministro de Trabajo, Jorge Triaca. “El Gobierno pretende incumplir una ley nacional. Tiene que convocar a los gremios a la paritaria, de lo contrario el plan de lucha nacional se va a poner en marcha y el comienzo de las clases corre peligro”, indicó a PáginaI12 Sonia Alesso, secretaria general de Ctera.
Pese a la presión de los gremios y el apoyo que recibieron de parte de la CGT y la CTA, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, se mantiene firme en la negativa de abrir la paritaria. “La propuesta es la misma: el piso lo fija Nación y las provincias pondrán el techo”, dijeron desde el entorno del ministro. El miércoles, desde Mendoza, Bullrich, fijó de manera unilateral el piso nacional en 9672 pesos. Ese número, dijo, fue “fijado por la paritaria del año pasado y es un 20 por ciento más del mínimo, vital y móvil”. La cuenta del ministro se basa en una interpretación bastante particular de una de las cláusulas firmadas durante la paritaria de 2016, que establecía que el piso del salario de los maestros no podía quedar por debajo del mínimo, vital y móvil.
“Bullrich miente –aseguró Sonia Alesso–. El acta paritaria es muy clara cuando dice que el piso no puede estar por debajo del salario mínimo vital y móvil, pero sin perjuicio de lo que se discuta en la paritaria anual, que es la que debe fijarlo con la participación de los gremios”. “Lo que Bullrich no quiere decir es que busca incumplir la Ley de Financiamiento Educativo y desfinanciar la educación”, remarcó.
“Tenemos dos caminos: nos resignamos a esa situación o luchamos. Nosotros, respaldados por la CGT y la CTA, no vamos a bajar los brazos”, aseguró ayer Mario Almirón, titular de Sadop, tras el acto de lanzamiento del Frente Nacional Educativo junto a Daer y Yasky, desde el salón Felipe Vallese de la sede Azopardo de la CGT. “Los sindicatos docentes con representación nacional hemos decidido constituir un frente que no se agota en una instancia salarial. Estamos trabajando para el futuro, estamos atendiendo la coyuntura hoy, de este Gobierno que se niega de manera autoritaria a convocarnos a discutir el salario, pero estamos construyendo un instrumento de unidad para que todos los docentes de la Argentina tengan la dignidad, la justicia y las condiciones de trabajo que se merecen”, sostuvo.
“Es un apoyo importante para nosotros el de la CGT y la CTA, que respaldaron nuestra exigencia al Gobierno de abrir la paritaria nacional y cada uno de los pasos que daremos a futuro y las medidas de lucha que surjan de las asambleas”, coincidió Alesso. Durante el encuentro, tanto los docentes como los dirigentes de las centrales obreras coincidieron en que el Gobierno pretende usar de testigo la baja en el salario docente para las negociaciones que se darán a lo largo del año en el sector público y en el privado. También expresaron solidaridad con el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, quien denunció que volvió a recibir amenazas (ver aparte).
“No van a poder con nosotros cuatro muchachos que son gerentes de empresas que no saben lo que es la lucha y la organización”, dijo Almirón e insistió en que “si no hay diálogo no hay inicio de clases”. “No entendemos por qué el Gobierno, que el año pasado convocó a paritarias como debe ser, este año ha cambiado de estrategia. De fondo hay claramente una intención desfinanciar la educación –concluyó Alesso–, que vamos a enfrentar con el mandato que surja de las asambleas.”