Desde Santa Fe

El Foro contra la Impunidad y por la Justicia le pidió al gobernador Miguel Lifschiz una "audiencia urgente" para solicitarle que Santa Fe no adhiera al protocolo de Mauricio Macri y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que habilitó a las fuerzas federales a usar pistolas Taser y, por lo tanto, impida que la Policía de la provincia utilice esas "armas eléctricas", a las que asoció con la "nefasta picana eléctrica". Asimismo, los calificó un "instrumento de tortura, represión y muerte", en línea con lo que sostiene Naciones Unidas. El Foro lamentó -como ya lo había hecho esta semana Hijos Rosario- la "rápida adhesión" del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, a otra "medida" de Macri-Bullrich para profundizar el "aparato represivo" y el control social. Pullaro había dicho que "no le parecía mal" que la Policía santafesina utilice armas eléctricas, y que evaluaba la posibilidad de comprarlas. El tema es de tal gravedad que debería ser tratado "en el mayor nivel de decisión política" de la Casa Gris, sostuvo el Foro al insistir en el pedido de audiencia a Lifschitz. "La seguridad no se garantiza violando los derechos humanos, sino garantizando su vigencia para todo el pueblo", agregó.

Los organismos de derechos humanos están en alerta desde que Bullrich autorizó a las fuerzas federales a utilizar "armas electrónicas no letales", como las llamó. Pero la preocupación aumentó apenas Pullaro valoró el uso de las pistolas Taser y admitió la posibilidad de que también las utilice la Policía de Santa Fe. "Lo vamos a evaluar, no nos parece mal, ni nada que pueda traer una complejidad", dijo el ministro. "Es el último elemento a utilizar antes que una pistola con balas de plomo", justificó.

Hijos Rosario adelantó que pedirá informes a Pullaro. Y ayer, el Foro contra la Impunidad directamente le solicitó una audiencia a Lifschiz para tratar el mismo tema. "No a las armas eléctricas de represión, tortura y muerte", dijo el Foro. Y asoció las pistolas Taser a la "nefasta picana eléctrica" y a un "instrumento de tortura", como las considera el Comité Internacional contra la Tortura de Naciones Unidas y Amnistía Internacional. 

Patricia Bullrich habilitó el uso de las Taser en fuerzas federales, a Maximiliano Pullaro le gustó la idea, y la reacción fue inmediata.

Las Taser "arrojan dos dardos con sus respectivos cables que impactan a las personas con descarga eléctrica de 50.000 voltios", explicó el Foro. "Al instante producen la paralización de los músculos y la persona cae inerme con fuertes riesgos de traumatismo de cráneo y, en algunos casos, de paro cardíaco. El riesgo también se potencia cuando el impacto y la descarga se producen en la cabeza, por daños cerebrales y cardiovasculares". En Estados Unidos, entre "los 2000 y 2007 se produjeron cerca de 1000 muertes a causa del uso de estas armas".

"En el caso de Santa Fe, de no mediar una resolución en contra por parte del gobernador Lifschitz, las Taser entrarán por vía de las fuerzas federales que operan en nuestro territorio. Además, el ministro Pullaro ya mostró su entusiasmo para que también las utilice su Policía provincial", advirtió.

"Por todas estas razones, en defensa de los derechos humanos de la sociedad toda y contra la represión de la protesta social, nos pronunciamos en contra del uso de estas armas en la provincia de Santa Fe, y en todo el país, convencidos de que la seguridad no se garantiza violando los derechos humanos, sino garantizando su vigencia para todo el pueblo", agregó. "Para tratar el tema en el mayor nivel de decisión política, es que solicitamos la audiencia al gobernador".

Hijos Rosario coincidió en que "las Taser son consideradas instrumentos de tortura por Naciones Unidas". Y su uso en Santa Fe profundizará "el aparato represivo que lleva adelante el gobierno nacional para sostener su modelo económico que genera cada vez más hambre, pobreza, desocupación y por consiguiente, más protesta social". "El gobierno de Macri pretende desviar la atención pública para que dejemos de hablar de la profunda crisis económica que vivimos en el país, y por otro lado seguir alimentando el aparato represivo con el cual apuesta a contener el descontento social", concluyó.