El gobernador cordobés Juan Schiaretti es taaaan favorito hoy para las elecciones que los principales interrogantes sobre el resultado versan sobre otros aspectos.
- El porcentaje que obtendrá y la diferencia respecto del segundo y del tercero.
- Quienes ocuparán esas posiciones entre los radicales Ramón Mestre (intendente de la capital de la provincia) y el diputado nacional Mario Negri.
- Si el peronismo vencerá en la capital.
- Qué hará o dirá Schiaretti esta noche.
Vamos por partes, como propugnaba el autodidacta cartesiano Jack el destripador. (ver más información en páginas 4 y 5).
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La división de Cambiemos no pudo zanjarse por consenso ni merced a las presiones de la Casa Rosada que, a diferencia de lo resuelto en Neuquén y Río Negro, se metió con patas y todo en la contienda local:impulsó a Negri en fórmula con diputado referí de PRO Héctor Baldassi. Los radicales no supieron o no quisieron armar una interna, antaño su deporte predilecto.
Córdoba, como otras 19 provincias, elige sus autoridades por simple pluralidad de sufragios, en una sola ronda. La fragmentación opositora redobló las, desde el vamos, sólidas chances del Gringo Schiaretti. Referentes cambiemitas de primer nivel auparon a Negri, visitaron la provincia, dejaron solito a Mestre.
La diputada Elisa Carrió hizo gala de su idiosincrasia faltando el respeto al fallecido ex gobernador José Manuel de la Sota. Sus declaraciones, imbancables desde un punto de vista ético y humano, tal vez sean piantavotos, un búmeran que seguirá en órbita durante mucho tiempo. Es osado hacer predicciones porque se sabe que la ciudadanía vota distinto en contiendas locales y nacionales pero tal vez la barbarie de Lilita arrastre costos diferidos para el presidente Mauricio Macri en agosto y octubre, justo en un distrito que le otorgó muchos sufragios.
Jamás debe darse por definida una competencia antes de jugarse, los jugadores del Barcelona podrían dictar seminarios al respecto. Pero, si se confirma el vencedor, resultará atractivo ver qué radical lo escolta y con qué caudal. Si Mestre prevaleciera sobre Negri (el caballo del comisario) conservaría virtualidad y acaso la perspectiva de intentar la recuperación boina blanca a partir de 2020.
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Ya en el ‘45 cuando el radical Amadeo Sabattini rehusó la oferta de Juan Domingo Perón para conformar un frente político, Córdoba constituía un bastión radical, condición que perduró desde 1983. De la Sota debió remar para desplazarlo recién 1999. Desde entonces, él y Juan Schiaretti se han alternado en el Ejecutivo. En un escenario clásicamente bipartidista el peronismo ganó cinco elecciones a gobernador contra cuatro de la Unión Cívica Radical (UCR) tras ir en desventaja 0-4, al modo del Liverpool o del Tottenham. Los nueve mandatos se distribuyeron entre cuatro protagonistas: los radicales Eduardo Angeloz y Ramón Mestre (padre) más los dos peronistas ya nombrados.
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La hegemonía de la UCR en la capital perdura más. Consiguieron interrumpirla parcialmente el ucedeísta-menemista German Kammerath en 1999 y el juecista Luis Juez en 2003.
Juez va ahora por la intendencia en la coalición que comanda Negri.
Rodrigo De Loredo procura ser el sucesor de Mestre.
El actual vicegobernador y ex intendente de San Francisco, Martín Llaryora, pinta con perspectivas para hacer redoblona para el peronismo. Un efecto arrastre podría beneficiar a Llaryora sobre todo porque se vota con boleta única de sufragio (BUS) en papel para todas las categorías. Quienes van por la municipalidad figuran debajo de los que bregan por la gobernación.
Mejor amarretear pálpitos y sondeos en la previa, a la noche se sabrá.
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Córdoba es la provincia más poblada y con mayor PBI en manos de un justicialista. Schiaretti, afín al peronismo federal y adversario del kirchnerismo durante añares, puede llegar a ser el primer compañero gobernador refrendado en la maratón 2019 de votaciones locales. Muchos ojos y oídos estarán puestos sobre él. Se ventearon dudas acerca de su salud, desmentidas por el propio interesado.
A poco más de un mes del cierre de listas para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales una definición movería el tablero.
La ilusión electoral de Cambiemos se desgrana en un esquema sutil y complejo. Que Macri llegue al 30 por ciento o un cachito más en la primera ronda. Que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner sea primera sin poder evitar el ballotage y sea batida en la segunda vuelta. Para eso Cambiemos precisa que el peronismo federal consiga una cantidad ideal de votos: bastantes para achicar el estanque de personas indecisas o mejor no encuadradas en el que puede pescar el kirchnerismo. Y no tantas como para llegar segundos detrás de CFK. Si Schiaretti guiña hacia el costado federal puede propiciar el mejor escenario para Macri… o el peor.
En el camino,Cristina ordenó a sus seguidores en Córdoba que no compitieran con el gobernador, para agrandar el estanque en el que pescará Schiaretti.
Esta noche se sabrá si los pronósticos aciertan, se develará el tablero institucional local. Quizá haya algunas señales para el nacional. Ojalá que eso ocurra en una jornada cívica tranquila y con alta participación.