Desde Cannes
Thierry Frémaux, delegado general del Festival de Cannes, que comienza hoy martes, defendió ayer en una tensa conferencia de prensa la decisión de dar al actor Alain Delon una Palma de Oro honorífica, como las que en años anteriores recibieron Agnès Varda y Woody Allen. “No vamos a darle a Alain Delon el Premio Nobel de la paz”, dijo un Frémaux visiblemente irritado, provocando algunas risas de la prensa que acudió al Palais des Festivals un día antes del inicio de la muestra.
El reconocimiento –uno de los más importantes del cine francés– a la estrella de El samurai y El gatopardo fue criticado en los últimos días por los movimientos que defienden los derechos de las mujeres en el campo del cine y en particular por Melissa Silverstein, fundadora del influyente grupo Women and Hollywood. Cuestionan el premio esencialmente por los comentarios que Delon hizo en el pasado, en los que admitió haber abofeteado a las mujeres, además de oponerse a la adopción de niños por padres del mismo sexo y por simpatizar con los políticos de extrema derecha de Francia.
Frémaux destacó que el festival estaba “honrando a Delon como artista” y estaba “rindiendo homenaje a sus logros en la industria cinematográfica que no tienen nada que ver con sus opiniones políticas o su amistad con Jean-Marie LePen”. “Delon es libre de tener esas opiniones incluso si no las comparto”, dijo Frémaux, añadiendo que el festival estaba interesado en promover la libertad de expresión. También dijo que los comentarios de Delon sobre el movimiento de la extrema derecha francesa empalidecen en comparación con los llamamientos del presidente estadounidense Donald Trump para reprimir la inmigración.