Un grupo de estrellas del cine hollywoodense lideradas por la actriz y activista Alyssa Milano amenazaron con dejar de trabajar en el estado de Georgia ante las nuevas restricciones al aborto que venían debatiéndose en las últimas semanas y finalmente se concretaron el pasado 7 de mayo, cuando el gobernador Brian Kemp firmó una ley que prohíbe la interrupción del embarazo si se detecta el latido del corazón del feto. Por sus bajos impuestos y el accesible costo de vida, Georgia se ha convertido en el lugar favorito tanto para producciones independientes como para los grandes estudios de Hollywood. Sin embargo, esta legislación regresiva podría poner en jaque el lugar central que el estado sureño ha logrado conquistar a lo largo de los últimos años. Alec Baldwin, Don Cheadle, Ben Stiller, Mia Farrow y Amy Schumer son algunos de los que ya expresaron su apoyo a la propuesta de Milano.
En Georgia, Estados Unidos, una mujer puede realizar un aborto hasta la semana 20 de su embarazo. Sin embargo, según lo establece la nueva legislación aprobada el martes de la semana pasada, a partir de 2020 se considerará ilegal toda interrupción del embarazo que se realice luego de ser detectado el latido del corazón fetal, algo que sucede a la sexta semana, cuando la mujer aún puede desconocer su embarazo.
En oposición a la nueva normativa, la actriz y activista Alyssa Milano no solo propuso iniciar una huelga sexual “hasta que recuperemos la autonomía física” sino que también incitó a realizar un boicot para dejar de filmar en Georgia. Milano, que está en Georgia obligada por contrato a completar el rodaje de una serie para Netflix, aseguró estar dispuesta a dejar el programa si la producción no se muda a otro estado. “Pueden estar seguros de que lucharé con las uñas y los dientes para trasladar ‘Insatiable’ a un estado que proteja nuestros derechos”, dijo la actriz a BuzzFeed News.”Y si no se traslada a otro estado, no volveré al programa si somos bendecidos con una tercera temporada”, agregó.
Alec Baldwin, Don Cheadle, Ben Stiller, Mia Farrow y Amy Schumer se sumaron a la propuesta de Milano y también amenazaron con dejar de trabajar para ese estado, que es el favorito tanto de productoras independientes como de las grandes compañías de Hollywood porque tiene un bajo costo de vida y ofrece importantes exenciones fiscales, con créditos de hasta 20 y 30 por ciento. El año pasado acogió 455 producciones que inyectaron al estado 2.700 millones de dólares.
Desde la sanción de la nueva ley, sin embargo, son varias las compañías de cine y televisión que se han comprometido a suspender sus producciones en Georgia. “Killer Films no considerará a Georgia como una locación viable para filmar hasta que esta ley ridícula sea revocada”, escribió en Twitter Christine Vachon, fundadora y presidenta de la productora de “Carol”, “El reverendo” y “Vox Lux: el precio de la fama”, entre otros films.
David Simon, creador de exitosas series como The Wire y The Deuce, también escribió: “Georgia fuera de la lista (de locaciones) hasta que podamos estar seguros de que las opciones de salud y las libertades civiles de nuestras colegas no se verán afectadas”. Y agregó: “No puedo pedirle a ninguna mujer integrante de una producción cinematográfica en la que yo esté involucrado que se margine o que comprometa la autoridad inalienable que tiene sobre su propio cuerpo”.
Los grandes estudios de Hollywood, sin embargo, aún muestran cautela. Chris Ortman, portavoz de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos que representa a los principales estudios hollywoodenses, dijo que “monitorizan el desarrollo de la situación”, conscientes de que antes de que la normativa pueda ser puesta en práctica pasará un largo rato en tribunales. “Es importante recordar que otros estados han intentado aplicar legislaciones similares, que han sido bloqueadas por los tribunales o están siendo impugnadas. El resultado en Georgia también se determinará a través del proceso legal”, indicó Ortman, quien destacó los 92.000 puestos de trabajo creados en ese estado por la industria.
El sindicato de guionistas, en tanto, dijo que la ley hace de Georgia un “territorio hostil para quienes trabajan en la industria del cine y la televisión”.