La cúpula de la CGT recibió ayer en la sede de la Uocra al economista italiano Roberto Cardarelli, líder de la misión del FMI en el país. Los sindicalistas admitieron que la situación social empeoró en relación a la reunión con el Fondo que habían mantenido en febrero y durante la jornada de hoy el consejo directivo de la central obrera podría lanzar un paro general. Por su parte, en línea con el discurso del gobierno de Mauricio Macri, Cardarelli dijo que “lo peor ha pasado, el crecimiento debería mejorar y la inflación debería bajar en los próximos meses”. Ante la pregunta de si el FMI tiene temor por el posible retorno a la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, afirmó que “nosotros no tenemos ningún temor de nada”.
Cardarelli aseguró además que “es demasiado temprano para sentarse a negociar el préstamo stand-by para el país”. En relación al encuentro con los sindicalistas, indicó que “tuvimos una reunión muy útil, como las otras veces”.
El enviado del Fondo está en Buenos Aires en el marco de la cuarta revisión trimestral por la cual el FMI se asegura que el gobierno esté cumpliendo las premisas para seguir con los desembolsos que prevé el acuerdo de la deuda. El condicionamiento del FMI pasa en primer lugar por el ajuste fiscal y monetario. Desde que el organismo internacional tomó las riendas de la economía argentina se registra un fuerte aumento del precio del dólar y con ello una notable aceleración inflacionaria, con consecuencias muy negativas en los niveles de pobreza e indigencia, además del proceso de crecimiento de la deuda externa.
A la salida de la reunión con la cúpula de la CGT, el ferroviario Omar Maturano dio por entendido que en la cumbre de hoy del consejo directivo la CGT llamará a un nuevo paro general.
En tanto, el italiano Cardarelli, líder de la misión de FMI en el país, aclaró que “es demasiado temprano para sentarse a negociar el préstamo stand-by para el país”. La consideración del economista del Fondo responde al cálculo que hacen especialistas de todos los signos políticos, incluidos los de la propia CGT, acerca de una seria dificultad de la economía nacional y en consecuencia del próximo gobierno para afrontar en los próximos años los vencimientos de deuda que se vienen para repagar el dinero que el FMI proveyó con el objetivo de asegurar que Mauricio Macri termine su mandato.