El senador Flavio Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro, aseguró no tener vínculos con las “milicias” paramilitares de Río de Janeiro y demandó que sea archivada la causa en la que es investigado.
El congresista reconoció que contrató a familiares del “miliciano” Adriano Magalhaes da Nobrega y de haberle organizado un homenaje en la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro. En una entrevista publicada ayer por el diario Estado de S.Paulo Bolsonaro explicó que cuando propuso esa ceremonia a favor de Magalhaes da Nobrega ignoraba que fuera un maleante.
“Cómo exigir de mí algo (saber quien era Magalhaes) que 15 años después vino a ser de conocimiento público”, se defendió Flavio Bolsonaro, que antes de ser senador federal fue diputado de la Legislatura estadual de Río. Magalhaes da Nobrega, contra quien hay orden de captura, es uno de los jefes de la banda “Escritorio del Crimen”, sospechada de haber participado del asesinato de la activista Marielle Franco en 2018. El Ministerio Público de Río abrió una investigación sobre la relación de Bolsonaro con su exjefe de gabinete, Fabricio Queiroz, sospechado de tener relaciones con los “milicianos”. Los investigadores revelaron que Queiroz movió millones de reales de manera sospechosa y que hubo al menos una transferencia para la primera dama Michelle Temer, esposa de Jair Bolsonaro. El partido Red, de la ambientalista Marina Silva, acusó a Flavio Bolsonaro de ser el responsable de esa red ilegal de dinero en la que también hay fondos ligados a las milicias. El senador rechazó de plano haber cometido algún ilícito al plantear que se quiere “eternizar” el caso. A la vez le imputó al Ministerio Público querer “quebrar mi secreto bancario para que aparezca en la televisión” como parte de un plan para espectacularizar el proceso.
Los fiscales “quieren dar un barniz legal” a una maniobra para “levantar mi secreto bancario y fiscal”, sentenció el senador que además exigió el “archivo” de la causa.