El gobierno de Mauricio Macri se debilita y no logra contener el desbande de las variables económicas y mucho menos las expresiones de rechazo desde la oposición política y sindical. En este contexto, la CGT por fin decretó un paro general. “Después de un análisis pormenorizado, en forma unánime, el Consejo Directivo ha decidido convocar a un paro de 24 horas para el 29 de mayo”, anunció Héctor Daer la esperada y reclamada medida de fuerza. Este será el quinto paro contra el gobierno de Mauricio Macri y su plan económico. El dirigente cegetista aseguró, durante una conferencia de prensa, que no habrá marcha atrás con esta determinación ante la posibilidad de que el Gobierno intente abrir un canal de diálogo para desactivar la medida. También aclaró que no incluye movilización. La unanimidad de la decisión fue alcanzada luego de una extensa discusión entre los miembros del consejo donde no sólo la crisis económica y sus negativas consecuencias influyeron en la decisión final. También tuvo su grado de ingerencia el paro realizado por los gremios del Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) el pasado 30 de abril. Por caso, este sector adelantó a PáginaI12 el seguro acompañamiento a la medida decretada por la central obrera.
Uno de los participantes del cónclave reconoció que la mayoría de los sindicalistas llegaron sin ánimo de lanzar una medida de fuerza pero aclaró que la discusión sobre la realidad política, económica y social del país, al que le sumaron la situación particular de cada rama sindical, los fue llevando naturalmente a la decisión unánime de decretar un paro general. En estos días el Gobierno, consciente de la posibilidad de una reacción de la CGT, había dado señales para intentar evitar la medida. Una de ellas fue la acreditación de 2100 millones de pesos destinadas a las obras sociales sindicales y también una promesa por parte del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, de estudiar la forma de reducir el impacto del impuesto a las ganancias principalmente en los sindicatos del transporte.
El viernes pasado, el titular del gremio de los empleados de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, en rol de secretario de Acción Social de la CGT comunicó a todos los integrantes del Consejo Directivo que la Casa Rosada había anunciado que en el transcurso de este mes les acreditarían 2100 millones de pesos (de los 13 mil comprometidos) de lo adeudado a las obras sociales. Pero ese dulce no surtió el efecto esperado. Los gremios del transporte, con el ferroviario Omar Maturano (La Fraternidad) a la cabeza, tiraron sobre la mesa la necesidad de discutir una medida de fuerza inmediata. La vehemencia de Maturano fue inusual, sobre todo porque en las pocas reuniones del consejo en lo que va del año no se mostró proclive a una medida de fuerza. Uno de los que también se sumó al reclamo fue el representante del personal de maestranza, Oscar Rojas, que responde a las huestes del gastronómico Luis Barrionuevo. La balanza, poco a poco se iba inclinando hacia el paro. Carlos Frigerio de los cerveceros le respondió a algunos de los miembros del consejo que no estaban totalmente convencidos de la medida de fuerza. “Es cierto que un paro no cambia el modelo económico pero no podemos quedarnos sin hacer nada y pasar a la historia como una CGT tibia”, dijo y calentó algunas almas. La fecha que se consideró fue la del 29 pero algunos dudaron por aquello de que es el día de los ñoquis y querían evitar chicanas del oficialismo y medios de comunicación afines al gobierno. Fue allí que terminó de tallar el estatal Andrés Rodríguez quien freno el debate al sostener que el paro era inevitable y que la fecha debía ser el 29. Habló, según comentaron uno de los presentes, en el momento justo. Daer entendió la movida y dijo que ya estaba decidido. Todos asintieron y confirmaron que era unánime.
Luego de casi cuatro horas de debate, Daer y Carlos Acuña, el otro integrante del binomio que conduce la CGT, realizaron una conferencia de prensa que hasta ese momento no estaba prevista. El titular del gremio de la Sanidad dijo que la realidad económico-social afecta de manera “grave a los trabajadores y a las economías regionales”. Una descripción que le sirvió para exigir “el cambio del modelo y de las estrategias económicas oficiales para reactivar el país”. Daer negó que el paro haya surgido tras la reunión con la misión del FMI. Luego indicó que la decisión del paro “se venía gestando desde hace tiempo entre todas las organizaciones confederadas. Hoy (por ayer) hubo consenso unánime respecto a la necesidad de ir a la protesta en solidaridad con los trabajadores en conflicto y ante la grave situación del mercado interno, la producción, el consumo y los despidos”. Por su parte, Acuña dijo que no tiene nada que ver con las medidas de fuerzas dispuestas por otras organizaciones gremiales que integran la CGT: “Para nosotros está primero la Patria, en este momento no hay sector que no esté afectado. (La medida) no tiene nada que ver con la división en el movimiento obrero, ni con lo político, tiene que ver con lo que nos pasa a todos los argentinos”, aseguró el hombre que también responde a Barrionuevo.
“La aceleración de la decadencia económica”, como describió Daer fue la principal razón del paro pero el dirigente de la Sanidad buscó desligar el anuncio con la reunión que se realizaba en el mismo momento en la sede del Partido Justicialista con la presencia de Cristina Kirchner. “No se relacionó con la decisión de parar”, dijo Daer y agregó que “se impone de todas formas la unidad del PJ para triunfar y luego gobernar”.
Si bien el Frente Sindical no emitió hasta ahora una comunicación oficial sobre la decisión de la CGT, el dirigente del gremio de los canillitas, Omar Plaini e integrante del FSMN, aseguró a este diario que “la decisión de la CGT confirma que no estábamos equivocados con el paro del 30 de abril que realizamos ni los reclamos de un plan de lucha”. Más allá de ese detalle crítico, Plaini indicó que como gremios confederados se van a comportar de manera orgánica, como hicieron en la marcha del pasado 4 de abril, e indicó que “sobran razones para llevar adelante una medida de esta naturaleza y en buena hora que la CGT no siga detrás de los acontecimientos. El secretariado, de alguna manera, reconoce que teníamos razón cuando hicimos esa medida de acción directa”, señaló.