Un chico llega al punto de encuentro, en Barracas, y sus amigos y amigas lo pasan en buscar en moto. Arrancan, hacen una parada técnica para tomar unos latones de birra al costado del camino y siguen viaje. En otro descanso exploran el lugar, juegan con las espadas, hacen un picadito. El atardecer los encuentra en un paisaje campestre con un horizonte de fuego. Llegaron hasta ahí en busca de un secreto, un tesoro que acaso los unirá aún más. Como Cuenta conmigo, pero con chicos y chicas que bien podrían ser el público de El mató a un policía motorizado, el video de El tesoro es la historia de una amistad.
El verano previo a la salida del simple El tesoro (2017), grabado en Estados Unidos, Santiago Motorizado pasó unos días de relajo y se entregó al cine de fantasía medieval. “Me copé mucho con Conan el Bárbaro, Beastmaster... me bajé un montón de películas que remiten mucho al cómic europeo de esa época, de los ‘80. Estaba muy de moda toda esa estética que yo, de rebote por mi hermano que se dedica a dibujar historietas, consumo mucho desde chico. Me volvió a agarrar esa emoción. También Game of Thrones retoma un poco de eso”, cuenta el bajista y cantante sobre la estética de espadas y guerreros como motivo de su disco La síntesis O’Konor (2017), que también se traslada al video de El tesoro, estrenado el mes pasado.
El clip puede pensarse como un corto con la canción más bella del álbum de soundtrack. “Estuvo a punto de no salir porque teníamos la idea de que saliera antes, incluso a la par de la canción, pero no se pudo hacer en su momento y no lo queríamos dejar colgado. Siempre vimos este video como una película, un pequeño corto en el que canción es la banda sonora”, dice Santiago.
El Mató sigue mostrando La síntesis O’Konor, su séptimo disco entre álbumes y EPs, y el que definió aún más el quiebre en la evolución del sonido de la banda platense que había comenzado con La dinastía Scorpio (2012) y que en Violencia (2015) tuvo un nexo a lo que vendría. Ya hay canciones nuevas que serán parte del próximo disco: “A muchas les faltan las letras pero están ahí, en vías de desarrollo. Hay que poner un plan para juntarnos en la sala, desarrollarlas definitivamente y encarar un disco”, cuenta el bajista.
Por lo pronto se vienen las fechas de mañana, pasado y el sábado en el Teatro Vorterix, y en julio volverán a girar por España, Francia, Alemania y también Estados Unidos. Desde que pisaron Europa por primera vez, en 2010, los platenses no dejan de cosechar laureles, a pesar de la ofensa policial por el nombre de la banda, que hoy es una anécdota bizarra. Cuenta Santiago que ésa fue una noche para el recuerdo, que la rompieron y que cuando llegaron a Barcelona para un nuevo show, al abrir Twitter se encontraron con cientos de sitios de Internet que hablaban sobre ellos. “Me asusté porque había como 100, 200 portales, todos diferentes, que levantaban la noticia de la policía de Sevilla elevando una queja en territorio de Sevilla por programar una fecha nuestra. Y dije ‘No, la puta madre’. Estás en un país lejano, no sabés cómo funcionan estas cosas. Si estás en Argentina sabés qué esperar, pero ahí no. Llamé al capo de prensa de la gira y el tipo se empezó a reír. Me dijo: ‘Tío, esto es lo mejor que nos ha pasado, vamos, hay que celebrar’. Estaba chocho de la vida porque estábamos en todos los medios”, recuerda Santiago.
Otra para el recuerdo fue la primera vez que tocaron en Berlín, en 2010. Aprovechando la estadía en Europa por el Primavera Sound, se dispusieron a mandar mails para tocar donde fuera. Así lograron cerrar varias fechas. “Había cinco personas cuando arrancamos, no nos conocía nadie. Abrimos nosotros y después tocó una banda inglesa que llevaba a la gente. Nosotros, igual chochos”, cuenta. El año pasado, ocho años después de aquel escueto debut, se acercó un nuevo promotor y les ofreció el pasaje y una suma fija de dinero, independientemente de la gente que llevaran. “Un pasaje, ¡un cachet fijo sin importar si se llenaba o no! Tampoco le quería contar que la última vez habían ido cinco personas. Agarramos la invitación, contentos. Y después se llenó”, cuenta.
El Mató sigue siendo considerada como una banda nueva a pesar de tener más de 15 años de trayectoria, reconocimiento internacional, salas llenas y una nada despreciable periodicidad al momento de publicar álbumes. Tal vez ese gusto a nuevo sea porque nunca dejaron de tomar las decisiones al producir todos sus discos y la estética subyacente de cada uno: “Soltar esa parte es difícil, tenés que tener una confianza suprema en un productor”, dice el cantante.
Sin embargo, Santiago se refiere a lo más flamante como una escena en la que hay una mezcla de diferentes cosas, con la música urbana a la cabeza. “Marca esa tendencia más moderna, más juvenil, pero siguen apareciendo fenómenos que tienen que ver con el rock y el pop como Perras On The Beach o Usted Señálemelo, que son buenísimos. Eso también me hace analizar por qué en el mundo ya se habla de ese corrimiento del lugar central de la música que marca lo moderno, lo nuevo, lo fresco, lo rebelde. Está como corrida de ahí la escena pero Argentina es un país muy rockero, incluso en los ámbitos súper intelectuales y más cool. Es un país muy rockero, y eso está bueno si te gusta el rock.”
* El mató a un policía motorizado toca el jueves 16, el viernes 17 y el sábado 18 de mayo a las 21 en el Teatro Vorterix, Federico Lacroze 3455.