Ante la reciente convocatoria del Gobierno al diálogo político y ante el inicio de la campaña electoral un grupo de organizaciones cristianas se unieron para producir un documento en el que cuestionan la iniciativa presidencial porque "desconoce el pecado estructural" y porque "no hace otra cosa que proponer la continuidad de las políticas actuales y la perpetuación de la situación que provocan". Al mismo tiempo, se hace un llamado para que, en las próximas elecciones, la ciudadanía elija "opciones formuladas desde el respeto a los principios de igualdad, solidaridad y fraternidad".
El documento lleva la firma conjunta de Cristianos para el Tercer Milenio (CTM), Centro Nueva Tierra, Grupo de Curas en la Opción por los Pobres y Generación Francisco.
De cara a los comicios, dicen, "los cristianos deberemos estar atentos y no actuar como pasivos reproductores de una cultura, neoliberal e individualista, que naturaliza el afán de lucro y 'el pecado estructural' por sobre la solidaridad y la justicia social".
Agrega la declaración que "la dramática situación social que se vive hoy en nuestro país se explica en gran medida por la vigencia del sistema neoliberal", entendiendo que se trata de "un sistema que, basado en una ideología individualista, deja explícitamente de lado el concepto de bien común y promueve políticas que generan pobreza, desigualdad y desamparo para la inmensa mayoría de nuestros hermanos".
Si bien las organizaciones que firman el documento suelen tener cada una de ellas activa participación en el espacio público y en las cuestiones sociales, resulta ahora significativo que se reúnan para efectuar un pronunciamiento conjunto.
Los firmantes aseguran que "sosteniendo el lucro como motor del progreso, la libre competencia entre competidores desiguales y el mercado como único regulador de esa competencia, el neoliberalismo consolida una cultura de despojo y violencia social y naturaliza un sistema de vida manifiestamente inhumano". Y recuerdan que "por eso el Papa Francisco ha dicho que este sistema mata”.
Retomando la afirmación de la conducción del episcopado católico referida al tema de la convocatoria hecha por el Presidente los cristianos señalan que "se nos hace imperativo decir que en los diez puntos que se presentan como base para el diálogo no sólo está ausente cualquier referencia a la solidaridad y la importante intervención del Estado en relación con la dignidad de todos los argentinos -tal como afirmaron los obispos- sino que constituyen una expresión cabal del credo neoliberal y por lo tanto no hace otra cosa que proponer la continuidad de las políticas actuales y la perpetuación de la situación de pecado estructural que provocan".
En la declaración se afirma también que el "pecado estructural” denunciado desde la fe cristiana "admite como natural y no denuncia situaciones de injusticia estructural tales como exclusión, sufrimiento, opresión y deterioro medioambiental". Se trata, dicen, de "situaciones de injusticia estructural que el neoliberalismo promueve con su lógica puramente economicista, ignorante del bien común y la justicia social". Y por ese motivo, agregan, el “pecado estructural” que generan o refuerzan "las políticas neoliberales no debería pasar desapercibido para el cristiano que acepte participar del diálogo convocado". Por el contrario -sostienen- la primera exigencia de quienes acepten el convite "debiera ser el reemplazo de las políticas que lo promueven" porque "sólo así respondería a su elemental y primaria responsabilidad de construir el reino de Dios".