A pesar de que el número femenino en puestos científicos se incrementó durante los últimos años, las oportunidades siguen lejos de estar equitativas.Las mujeres investigadoras, según un estudio de la UNESCO, en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay son casi la mitad. Eso, que debería ser natural, o apenas injusto, es en realidad una rareza, ya que en el mundo llegan con suerte a ser un cuarto.
Solo cinco mujeres ganaron el Nobel de Física o Química desde 1901, y casi no suelen estar nominadas. Muchas universidades del mundo, hasta hace pocas décadas, sólo aceptaban hombres para estudiar diversas ciencias y todavía es complicado permanecer, avanzar y destacar en carreras duras sin ser varón. Según un estudio de Naciones Unidas realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría (postgrado) y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18,8 y 2 por ciento, respectivamente, mientras que para los estudiantes es del 37,18 y 6 por ciento.
El estereotipo que predomina aún hoy en el imaginario social es el del científico loco, o el genio recluido en un laboratorio. Varones, siempre. No hay un cliché femenino en esa área ni tampoco mujeres visibles, por ejemplo en los medios de comunicación, en roles científicos. El modelo de las ciencias duras o inspiración para la juventud que se plantea qué estudiar sólo muestra hombres. Eso mantiene bajo el número de científicas y dificulta la carrera de las investigadoras.
Con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa, en 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y La Niña en la Ciencia. De la enorme cantidad de científicas a lo largo del tiempo que fueron silenciadas en los libros de historia, o aisladas de los premios, acá hay una lista de cinco mujeres de laboratorio que cambiaron el mundo.
1. Marie Curie
La más famosa, sin lugar a dudas, y abre-caminos en todos los sentidos. María Salomea Sklodowska Curie nació en Varsovia, Polonia, el 7 de noviembre de 1867, y murió en Passy, Francia, el 4 de julio de 1934. Pionera en el campo de la radiactividad, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades, Física y Química, mérito que vale doble (o triple) siendo mujer ya que la academia sueca siempre fue muy machista. También fue la primera mujer en ocupar el puesto de profesora en la Universidad de París.
2. Hipatia de Alejandría
La más antigua y, de algún modo, mártir de las ciencias. Griega, natural de Egipto, nació en el año 370 y se dedicó a la filosofía, la física y la astronomía. Miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V, fue seguidora de Plotino, cultivó los estudios lógicos y las ciencias exactas. Fue, también, la primera mujer en realizar una contribución sustancial al desarrollo de las matemáticas. Un grupo de cristianos la asesinó brutalmente en el año 415 por considerar que sus trabajos eran una herejía.
3. Rosalind Franklin
Más que ignorada, robada y despreciada. La biofísica inglesa nació en 1920 en Londres. También fue cristalógrafa y tuvo una participación crucial en la comprensión de la estructura del ADN, ámbito en el que dejó grandes contribuciones, como la Fotografía 51, que obtenía una imagen del ácido desoxirribonucleico mediante técnicas de rayos X. El premio Nobel por estos méritos, sin embargo, se lo dieron en 1962 a los investigadores Francis Watson (que más tarde se develó como racista y homofóbico) y James Dewey Crick. La verdadera merecedora del galardón había muerto cuatro años antes.
4. Ada Lovelace
Una genia adelantada a su tiempo, fue la primera científica en computación de la historia. Augusta Ada King, Condesa de Lovelace, era la hija del poeta Lord Byron, pero su lugar en la historia lo merece por haber sido una brillante matemática. La inglesa nació en Londres en 1815 y falleció en 1852. En su corta, pero prolífica vida, descubrió que mediante una serie de símbolos y normas matemáticas era posible calcular una importante serie de números. Hizo, en el siglo XXI, el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, así que de alguna forma programó una computadora antes de que fuera inventada.
5. Jocelyn Bell
Opacada y robada por su maestro, aprendió a comunicarse con las estrellas. La astrofísica irlandesa de 74 años descubrió, al iniciar su carrera, la primera radioseñal de un púlsar, estrella de neutrones que emite una radiación muy intensa a intervalos cortos y regulares. Esa investigación y hallazgo fue parte de su tesis. A su tutor, Antony Hewish, le gustó tanto que se la apropió y ganó en 1974 el Nobel de Física. Su alumna, verdadera maestra detrás del suceso, logró con los años ser reconocida, al menos, como co-autora de su hallazgo.