Una mujer decidió salir a cacerolear hoy en contra de la Corte Suprema después del fallo que teóricamente benefició a Cristina Fernández de Kirchner. La cacerolera pensó que tendría más suerte que en la protesta de anoche frente al Congreso, que apenas reunió a cuatro personas. La mujer fue la única golpeó una cacerola. Para peor: lo hizo cuando ya el máximo tribunal había aclarado que no debía suspenderse el comienzo del juicio contra la ex presidenta.
“¡Libertad y justicia!” reclamaba la señora sentada en la escalinata de Tribunales esta tarde. Alguien le preguntó qué pensaba del fallo: “Un asco”, respondió. Al instante le contaron que se había producido un nuevo giro en la causa. “No me digas”, se sorprendió, y agregó “¡Estoy caceroleando al cuete!”. A pesar de todo concluyó “ pero sigo”.