En medio de una enorme presión por parte del gobierno nacional y los medios afines, la Corte Suprema informó que no se suspenderá el juicio oral contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuestas irregularidades en obras públicas. Los jueces del máximo tribunal emitieron un comunicado respecto del oficio que habían emitido esta misma semana, en el que solicitaban el expediente de la causa al Tribunal Oral Federal 2 para analizar nueve planteos de nulidad, por lo que se preveía la postergación del inicio del proceso. Después de los cuestionamientos del Poder Ejecutivo, los supremos indicaron que la solicitud del expediente “no suspende el juicio oral en trámite ni hubo decisión alguna del Tribunal Oral en ese sentido”. Además, aseguraron que la medida es al solo efecto de examinar la causa y que, una vez extraídas y certificadas las copias pertinentes, el expediente será devuelto al tribunal “en tiempo oportuno”.
Anteayer, tras conocerse el pedido de la Corte al TOF 2, del presidente Mauricio Macri para abajo el oficialismo salió a cuestionar fuertemente al máximo tribunal y lo acusó de buscar la impunidad. “Lo que todos queremos es que no haya impunidad”, dijo Macri. “Genera la percepción en mucha gente de que la impunidad se puede consagrar”, sumó el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Fue en ese contexto que la Corte Suprema dio a conocer su declaración.
Curiosamente, el comunicado tuvo dos versiones. Primero, el Centro de Información Judicial (CIJ) publicó un texto que era claramente un borrador, que luego fue modificado y ampliado. En la segunda versión, que incluyó 10 puntos, plantearon que mientras se debe velar porque no se demoren los procesos judiciales –sobre todo en causas sensibles–, al mismo tiempo hay que contemplar que se respete el derecho a la defensa y que los juicios no terminen viciados de nulidad. En los puntos 8, 9 y 10 del comunicado, la Corte lo explicó de la siguiente manera: “En el contexto actual de las causas mencionadas podrán satisfacerse simultáneamente por un lado la necesidad de que los procesos judiciales en temas tan delicados avancen, y por el otro, el respeto del derecho de defensa de los imputados. De este modo se evitará reincidir en anteriores experiencias jurisdiccionales en las que por no haber ejercido un control oportuno los procesos llevados adelante culminaron nulificándose por deficiencias procesales no atendidas en su debido momento, generando desconfianza en la sociedad”. Y agregó que “la Corte debe cumplir con su misión de guardián de las garantías constitucionales que corresponden a todos los ciudadanos por igual”.
La interpretación más fuerte de estos párrafos, en apariencia contradictorios, es que la Corte le está diciendo al Tribunal que empiece con el juicio si así lo dispone, pero que sepa que en cualquier momento puede ser objetado el proceso o bien le podrían ordenar al TOF 2 que efectúen las pruebas pedidas por la defensa de la ex presidenta.
Los jueces supremos le habían requerido al Tribunal que enviara todo el expediente para analizar, entre otros recursos, “una privación de justicia” planteada por el abogado de Cristina Kirchner, Carlos Beraldi. La ex mandataria reclama la realización de pruebas sustanciales, entre ellas una pericia sobre las obras cuestionadas. En total son 51 las obras involucradas en la causa, pero hasta ahora la Justicia sólo admitió que se hagan peritajes sobre cinco y ese trabajo ni siquiera está terminado. La evaluación de las cinco obras recién podría estar lista en el mes de agosto, por lo que, según la defensa, no podría iniciarse el juicio ahora si aún no se cuenta con los resultados de esos peritajes fundamentales.
Fuentes del TOF 2 le habían dicho a PáginaI12 que la decisión de aguardar las pericias les parecía razonable. “Peor es arrancar y que después nos afecten las nulidades”, sostuvieron. De hecho, en su comunicado el máximo tribunal advirtió sobre este peligro al señalar que “la Corte debe cumplir con su misión de guardián de las garantías constitucionales que corresponden a todos los ciudadanos por igual, examinando el correcto cumplimiento del debido proceso conforme con lo que disponen la Constitución Nacional y las leyes”.
En concreto, la decisión ahora está en manos del TOF 2. El Código Procesal establece que, si hay recursos pendientes, puede suspenderse el inicio de un juicio. Es decir que da esa posibilidad, pero no dice que sí o sí debe ser suspendido. El artículo 353 señala que “la existencia de recursos pendientes de resolución ante la Cámara Federal de Casación Penal, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal o la Corte Suprema de Justicia de la Nación en ningún caso impedirá la elevación a juicio de las actuaciones, y sólo podrá obstar a la fijación de la audiencia”. Lo que suele ocurrir en general es que los jueces definen la suspensión de los juicios cuando se trata de recursos que hacen a la cuestión de fondo, o sea que puedan provocar luego la nulidad de todo el proceso. Cuando los planteos son solo formales, los juicios comienzan y luego se resuelven sobre la marcha. Pero en este caso la defensa de CFK afirma que se trata de pericias que pueden modificar sustancialmente el caso, ya que el recurso interpuesto es porque faltan los estudios periciales sobre las obras sospechadas. Es decir, faltan pruebas de parte que podrían dar por tierra con toda la acusación.
En Tribunales algunos analizan que la Corte le tiró la pelota al TOF 2 con la advertencia concreta de declarar la nulidad y con la posibilidad abierta de ordenarle al Tribunal 2 que realice las pericias sobre algunas o todas las obras, como reclama la defensa de CFK. Una opción es que ahora algunas de las defensas le pidan nuevamente al Tribunal que suspenda el proceso utilizando el argumento expresado en el punto 9 del comunicado de la Corte, donde se advierte sobre la posibilidad concreta de que se declare nulo el juicio. Por ahora, el camino principal conduce a que Comodoro Py le dé al Gobierno su foto política más deseada: la de Cristina Kirchner en el banquillo de los acusados en plena campaña electoral. Incluso, aunque resulte increíble, con el riesgo de que después el proceso sea declarado viciado de nulidad y se caiga el juicio. Las elecciones ya habrán pasado.