El oficialismo respondió ante la fórmula presidencial Fernández-Fernández con desconcierto y alusiones veladas, como la que hizo el presidente Mauricio Macri ayer en un acto en Villa Pueyrredón. Allí, el jefe de Estado defendió su gestión y expresó que “volver al pasado sería autodestruirnos”. Por su parte Hernán Lombardi, Titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, afirmó que el binomio compuesto por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner significa volver a “Cámpora al gobierno, Perón al poder”.
En respuesta a estas declaraciones el candidato presidencial afirmó “Ni Cristina es Perón ni yo soy Cámpora y además Cristina lo sabe porque un día renuncié y estuve diez años confrontando políticamente”. Dijo también que lo que a muchos entender es “que dos personas que se aprecian y se valoran y se respetan un día pueden encontrar un punto de acuerdo para trabajar juntos como trabajaron años antes”.
“Soy el mismo Alberto Fernández que elogiaban cuando yo la cuestionaba a Cristina y que ahora que me acerco a Cristina me han convertido en un demonio para ellos pero no es mi problema. Es un problema de ellos que deben resolver con un psicólogo”, enfatizó Fernández.