El incendio que se desató en la Reserva Natural Punta Lara, en una zona de difícil acceso, con bañados y pajonales, fue controlado al mediodía de ayer, pero continuaron trabajando bomberos y dos helicópteros hidrantes para extinguirlo, aunque las llamas no afectaron el área de mayor biodiversidad. El humo que había invadido la ciudad de Buenos Aires el jueves a la noche ayer se fue disipando durante la mañana.
El intendente de Ensenada, Mario Secco, advirtió que el incendio fue “intencional”.
Dos helicópteros con helibalde (un enorme saco lleno de agua que cuelga del helicóptero y descarga su contenido sobre el foco del incendio) del Sistema Nacional de Manejo de Fuego y siete dotaciones de bomberos trabajaron desde la mañana de ayer para apagar el importante foco ígneo que llegó a abarcar unos 700 metros, en una zona de difícil acceso, lo que dificultó el ingreso del personal de bomberos, que utilizó gomones para llegar al lugar a través del canal del arroyo Pereyra.
El fuego se desató a metros del arroyo Pereyra, en el partido de Berazategui, lo que obligó a los bomberos a ingresar a pie y con botes para combatir a “lonjazos” las llamas. Dotaciones de las localidades de Hudson, Ensenada y La Plata trabajaron desde el jueves hasta las cinco de la mañana de ayer, y retomaron la tarea alrededor de las 8, con acciones coordinadas por Defensa Civil local.
Más temprano, el director de Áreas Naturales Protegidas de la provincia de Buenos Aires, Marcelo Martínez, había explicado que el fuego “camina en dirección al sudeste, por lo que se va a encontrar con dos canales, y eso va a cortar el avance. Ahí van a entrar varias dotaciones de bomberos para sofocarlo”.
El incendio no afectó la zona de mayor biodiversidad de la Reserva Natural Punta Lara, que corresponde a la denominada “selva en galería”, un ecosistema donde confluyen la flora autóctona con la originada por las semillas que llegan a través del río desde la zona mesopotámica, dijo Marcelo Martínez. El funcionario explicó que “la selva tiene características subtropicales, con flora autóctona y no nativa que viene de la Mesopotamia, y llega por del río. Aquí encuentra las condiciones para florecer porque se trata de una zona regada por varios arroyos”. Ubicada en la “punta” de la costa del Río de la Plata, entre los partidos de Ensenada y Berazategui, la Reserva es un ecosistema de unas 6000 hectáreas con juncales, matorral ribereño, bañados, albardones y pastizales.