Nicolás Soriano, el joven que había sido baleado en la cabeza por un policía el 21 de diciembre del año pasado en la esquina de la avenida Jujuy y Carlos Calvo, finalmente falleció el jueves tras haber estado internado en grave estado desde entonces en el hospital Ramos Mejía. En diciembre, el sargento Lucero llegó corriendo de civil con su arma en la mano desde Jujuy, y le gritó al joven, que según la versión de las fuerzas de seguridad había robado en un colectivo de la línea 23: “Tirate al piso la concha de tu madre”. “El pibe se quedó quieto, parado, y con las manos en alto. El policía le disparó a quemarropa en la cabeza”, relató un vecino que vio la escena. “La gente que estaba ahí cerca le gritaba al policía ‘asesino’. Al toque lo levantaron con una patrulla de la federal, y al pibe lo dejaron ahí tirado”, agregó. La causa quedó en el Juzgado de Instrucción Nº 4 y fue calificada como “robo con arma, disparo con arma de fuego y lesiones”. El policía tiene abogados defensores de la Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Seguridad, que comanda Patricia Bullrich.
Gatillo fácil
Este artículo fue publicado originalmente el día 11 de febrero de 2017