Desde Río Gallegos
No iba a ser el primer acto de campaña, pero lo fue. El precandidato presidencial “de la unidad”, Alberto Fernández, quien estará acompañado por Cristina Fernández de Kirchner como candidata a vicepresidenta, llegó ayer por la mañana a Río Gallegos (Santa Cruz), mantuvo un desayuno con la Gobernadora Alicia Kirchner, se reunió con intendentes, participó de un acto en la Casa de Gobierno, visitó una Unidad Básica y por la tarde noche, cerró su visita con un acto en el que junto a Alicia recordó sus comienzos con Néstor Kirchner, le habló a la juventud y describió los principales desafíos que tendrá la Argentina a partir del próximo 10 de diciembre.
“Por momentos pienso que estamos peor que en 2003. No teníamos los niveles de inflación de hoy, ni un déficit fiscal del 6 por ciento. Hoy estamos técnicamente en default. En 2003, la deuda con el FMI representaba el 10 por ciento del total de pasivos; hoy es del 35 por ciento. Este no es un dato menor. Vamos a tener que ingeniárnosla para salir adelante y lo vamos a hacer”, sostuvo Fernández en un salón de UPCN colmado de militantes, funcionarios, intendentes y legisladores provinciales. También estuvo la gobernadora de Tierra del Fuego, Roxana Bertone. La calle fue desbordada por militantes de diferentes agrupaciones peronistas de la provincia.
¿La fórmula de “la unidad” entre Alberto Fernández-CFK hará eje en la figura de Néstor Kirchner? ¿Se “nestorizará” la campaña? Los días por venir lo dirán. Sin embargo, Alberto Fernández eligió contar una anécdota que vivió junto al ex Presidente, horas antes de asumir en 2003.
“Un día caminaba por la Avenida Quintana, en CABA y me suena el teléfono. Era Claudio Escribano (mandamás del diario La Nación). Ese día a la noche teníamos una cena en Adepa, de cara a la segunda vuelta. Atiendo y Escribano me dice: ‘no van a venir hoy’. Parecía algo prepotente y acto seguido me informó que Menem se había bajado. Kirchner era Presidente. Estábamos complicados; nos condenaban a ser el gobierno del 22 por ciento. A los días Néstor me dice ‘nos vamos a Río Gallegos a armar el gabinete’. Y así comenzó todo”, rememoró Fernández, en lo que no iba a ser pero fue su primer acto de campaña de cara a las PASO, desde Río Gallegos.
Kirchner (Néstor) sostenía que la Argentina tenía que salir del “infierno”. Fernández (Alberto) no lo dijo así pero sintetizó la complejidad del momento en el salvavidas de plomo de haber suscripto un acuerdo con el FMI. “Si no ponemos en marcha la economía, si no hacemos que aparezca el consumo y aumentamos las exportaciones, no vamos a producir los dólares que se necesitamos”, sostuvo el precandidato presidencial.
Como en todo acto de campaña, el canto de los y las militantes acompañó la velada. “¡Se siente, se siente, Alberto Presidente!”, o “¡Vamos a volver, a volver…!” le pusieron el tono a la noche. “Me encanta la frase vamos a volver- recogió el guante Fernández-. Pero vamos a volver mejores de lo que fuimos”.
Alberto Fernández y Alicia Kirchner –quien probablemente compita por su reelección– hablaron de la unidad y colocaron a la juventud en el centro de ella. “Es tiempo de que seamos generosos, que nos animemos a la unidad que también es para ustedes, la juventud”, manifestó el precandidato presidencial durante su visita a una Unidad Básica. “Tenemos que recuperar la soberanía como país para que los otros, desde afuera, no nos impongan las condiciones a nosotros”, agregó.
Está claro que el concepto de fondo de la fórmula Alberto Fernández-CFK es la unidad y la búsqueda de consensos. Sin embargo, no es menor que en la construcción de esa unidad también se hable de soberanía ni que el primer acto político de Fernández (Alberto) como precandidato haya sido en la Patagonia. “Dicen que la Argentina es federal pero no. Es unitaria porque todo el poder se concentra en Buenos Aires. Tenemos que trabajar para integrar a la Argentina y la Patagonia es clave”, indicó el precandidato y reflexionó sobre la situación vivida por la provincia de Santa Cruz.
“El gobierno nacional le intervino la mina de YCRT, frenó obras energéticas, se cortaron los vuelos, ¿cómo quieren que funcione la Patagonia así? Después del 10 de diciembre, vamos a arreglar todo esto. Así y todo, esta es una de las pocas provincias que no tomó deuda (en dólares) y logró triplicar su recaudación”, sostuvo Fernández hasta que fue interrumpido por alguien del público: “¡Y no se echó a nadie!”. “Es verdad –retomó– no se echó a nadie (en Santa Cruz)”.
El tema de la deuda en dólares no sólo afectará al Tesoro nacional sino a varias provincias. Neuquén, Mendoza, Chubut, Córdoba, Salta, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, Tierra del Fuego, La Rioja, Jujuy, Río Negro, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tomaron deuda por 12.336 millones de dólares, a un plazo promedio de 8,2 años. La megadevaluación del año pasado hizo estallar los presupuestos provinciales que cada vez deben destinar más recursos a cancelar los intereses generados en moneda dura. De las provincias de la Patagonia, Santa Cruz es la única que no tomó deuda en dólares y todos sus pasivos están en nominados en pesos.
“Nosotros apostamos al futuro, el futuro es bajar cuatro puntos la mortalidad infantil como lo hicimos, capacitar a nuestros jóvenes para el desarrollo de la provincia y garantizar trabajo genuino. Pasamos de 450 puestos de trabajo en la pesca a 1200 puestos. Los problemas de un país y una provincia no se solucionan echando a nadie”, sostuvo Kirchner, mirando fijo a Alberto Fernández, como quien pretende transmitirle los desafíos por venir luego de diciembre de este año.
@spremici