Durante el juicio al ginecólogo Rodríguez Lastra, hasta Río Negro llegó la semana pasada uno de los referentes antiderechos más activos del (ya de por sí activo a la hora de incumplir leyes que garantizan derechos de las mujeres) Hospital Austral, de Pilar: el médico Ernesto Beruti. El obstetra declaró ante el tribunal como “experto” y se refirió al estado en que R.P. había llegado al hospital, aunque él no estaba allí entonces. También la semana pasada llegó hasta Cipolletti otro activista, pero funcionario: el Secretario de Salud y Bienestar Familiar de San Miguel, Pablo de la Torre, quien procuró retratarse con el imputado y carteles en su favor.
El caso demostró también las conexiones políticas del armado antiderechos nacional: uno de los abogados defensores del ahora hallado culpable, Damián Torres, es amigo y abogado del gobernador de la provincia; otro, Diego Breide, es secretario de Hacienda de Bariloche y organizador allí de la versión local de la “Marcha por la Vida; parte de la organización de las demostraciones callejeras frente al tribunal –altar montado al lado de la puerta, incluido— estuvo a cargo de Nadia Márquez, hija de un pastor vinculado al pastor y diputado nacional por el PRO David Schlereth y referente local del partido “Valores para mí país”, el sello de la ex diputada Cynthia Hotton que hace semanas resucitó para albergar un amplio espectro de nombres antiderechos (Alfredo Olmedo, Liliana Teresita Negre de Alonso, Juan José Gómez Centurión, Cecilia Pando, Alejandro Geyer, por mentar sólo algunos).