En medio de la convulsionada campaña electoral por el anuncio de la fórmula Fernández-Fernández, el presidente Mauricio Macri volvió a mostrarse con la gobernadora María Eugenia Vidal para intentar acallar los rumores sobre un posible “plan V”. En un acto conjunto, durante una visita a un taller ferroviario en la localidad bonaerense de Mechita, Macri cuestionó el programa de inclusión digital Conectar Igualdad, una política educativa instrumentada bajo el gobierno de Cristina Kirchner: lo comparó con “repartir asado”.
“¿De qué servía repartir computadoras si las escuelas no tenían conectividad a Internet? Es como repartir asado y no tener parrilla, no tener para prender el fuego”, lanzó el Presidente ante la incredulidad de los presentes. A su lado, Vidal asintió al principio con sus dichos, pero luego viró a una mirada de sorpresa.
Los dichos de Macri fueron duramente criticados en las redes sociales. Por un lado, fue cuestionado por ignorar que los equipos informáticos tienen múltiples utilidades aun cuando se carezca de conexión a Internet. Pero, sobre todo, se le señaló que, si el problema era la falta de conexión, la solución del problema nunca debió ser suspender la entrega de netbooks, sino, en todo caso, extender la cobertura de la conexión.
El plan de inclusión digital al que se refirió Macri comenzó en 2010 con la distribución de netbooks, con el objetivo de que todos los alumnos pudieran tener acceso a la tecnología para incorporarla en sus estudios, pero fue desmantelado por el gobierno de Cambiemos. La Anses admitió en diciembre de 2016 que no se había cumplido con el reparto de netbooks a los estudiantes secundarios y que se habían entregado 350 mil máquinas de las 600 mil previstas. El desguace se concretó cuando se eliminaron los espacios de formación y articulación de los equipos instalados en todo el país.
Curiosamente, el Conectar Igualdad que tanto critica Macri tiene muchas similitudes con la política que él mismo lanzó en la Ciudad de Buenos Aires un año después: el llamado Plan Sarmiento.
