¿Acaso OK Pirámides es una banda que da miedo? Asusta, el tema que abre y le da el nombre al tercer disco del grupo liderado por Julián della Paolera, probablemente sea uno de los temas del año: “Un genio no es alguien normal/ No tengo tiempo para portarme mal/ Y cuando miro adentro con el ojo espiritual: ¡¡¡Asusta!!!”. Della Paolera se levanta al mediodía y comenta, aún desde la cama, frente a la televisión y junto a una jirafa que dejo su hijo Dante: “En un momento abrí un libro de Salvador Dalí y empecé a hacer unos collages, y así salió la letra. Ese concepto de que un genio no es alguien normal está en el libro. Llegar con la música a un momento de expresión total y que no te importe más nada es algo que puede entender sólo el que hace música. Y hay gente que se copa y la pasa re bien con eso, pero también hay algunos que ven toda esa energía... y capaz que se asustan un poco”.
El cóctel lisérgico de kraut rock, dub, post punk y canciones de Asusta suena realmente intimidante, con las guitarras de Gonzalo Campos y Julián cada vez más ensambladas, y las hipnóticas bases de Juan Martín Ferreyra (bajo) y Gabriel Muscio (batería). A ellos se les suman Midnerely Acevedo (Mimi Maura) con voces en Deja la distorsión y Sergio Rotman con saxo en Asusta y Etcétera. “Este es mi disco número 13, así que tan vago al final no soy”, bromea Della Paolera. “Por ahora es una edición digital, pero el que tenga unos buenos parlantes lo va a disfrutar más. Yo no concibo mucho eso, de hecho fue pensado como si fuera un vinilo con dos lados de cuatro temas cada uno.”
En temas como La pandilla y Uno de los originales, el guitarrista y cantante resulta autorreferencial, pero a la vez ambiguo y poético, animándose a recitar o incluso a gritar: “Celebra ser prisionero/ encerrado y pintar/ Y era serio ahogarse, no despegarse y babear/ Hermano psicodélico/ joven y moderno/ evoluciona/ En el paseo en grupo/ vos te perdiste/ parece un mal flash”, canta en ese último tema, con ciertas reminiscencias a La Nueva Flor, su primera banda en los ‘90, antes de Victoria Mil.
“Las letras tiene muchas imágenes, cosas más claras y otras más voladas, que es lo que me gusta en una canción. La única letra que si explicaría es la de No es por ahí, que habla de la gente que tiene poder o tiene data o es linda pero se encanuta todo para ellos solos. Me acuerdo de que, cuando era chico, si alguien tenía un disco de Lou Reed o alguno que estaba buenísimo se lo re canuteaba. Una vez fui a la casa de uno que tenía un casete de Dead Kennedys sólo para grabarmelo. Y ahora creo que no se entiende nada lo que pasa. La otra vez estaba hablando con un amigo sobre la frase de Spinetta de que “mañana es mejor” –NdR: del tema Cantata para puentes amarillos, de Pescado Rabioso– y le decía que creo que no hablaba del futuro para siempre sino hasta 1999 o el 2000. Me parece que hoy, con el ‘tonti rap’ y todo eso, es bastante pobre lo que pasa.”
Julián dice que no lo asegura de puro jetón: “A veces me tomo el trabajo de escuchar todos estos grupos nuevos de la actualidad. No quiero nombrarlos, pero la paso bastante mal: son todos re blandos, parece que están todos viendo si de casualidad alguno pega una onda con alguien, no sé. El trap es como el rap, pero suena peor y rima peor. Cuando era chico el único programa que había era Música Total, pero la mitad de esos grupos perduraron, no es algo ‘de los ‘80’”, analiza el músico.
Y se lamenta por el estado actual del rock: “Me pone mal el desprestigio que tiene el rock: parecería que ahora no le importa a nadie. Me encanta cómo quedó Asusta, pero en este momento el show en vivo para nosotros siempre es lo más importante. A los chicos siempre les digo: la crisis nos afecta a todos, pero piensen que no todos tocan en OK Pirámides: algunos se amargan igual que nosotros porque tienen no tienen un mango, pero no tienen algo así”.
* OK Pirámides tocará el 21/6 en el Tío Bizarro, Carlos Pellegrini 878, junto a Luces Romance.